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2022 SUMMER

Musicales coreanos en el escenario global

Desde las primeras incursiones en Gran Bretaña y Estados Unidos en el 2000, los musicales coreanos han tenido notable éxito en países asiáticos los últimos años. Ampliando su alcance a producciones originales, musicales con licencia, inversiones y coproducciones, resuenan como próxima frontera del hallyu.

“La última emperatriz” es un musical original a gran escala estrenado en 1995 por el centenario del fallecimiento de la emperatriz Myeongseong. Es una obra histórica y la primera producción coreana original presentada en el extranjero. Tan magnífico escenario y elaborado vestuario cautivaron al público mundial.
© ACOM

Incluso Con los reveses de una economía debilitada y del coronavirus, la industria musical coreana ha seguido creciendo y mejorando. Justo antes de la pandemia, el mercado nacional de espectáculos se estimaba en unos 400.000 millones de wones (316 millones de dólares), y la mayoría de los ingresos provenían de musicales y conciertos. Se estima que los musicales representan entre un 55-60% del sector, que alcanzó el 80% de las ventas totales en 2021.

Desde el éxito sin precedentes de la producción coreana de “The Phantom of the Opera” en 2001, la industria musical nacional ha experimentado un crecimiento constante del 15 al 17% anual. En los últimos años, las productoras coreanas han intentado penetrar en los mercados extranjeros y superar las barreras locales, con nuevas e innovadoras empresas, dejando grandes resultados en cantidad y calidad.

Espectáculos globales

Las productoras de musicales pusieron su atención en el extranjero en el año 2000, cuando los musicales con licencia comenzaron a arraigar en Corea, estimulando la necesidad de reproducir o maximizar el valor añadido de este contenido.

Durante los primeros años, las producciones coreanas apuntaron principalmente al mercado estadounidense y británico, a Broadway y al West End, y a circuitos de artes escénicas como el famoso Festival Fringe de Edimburgo. En particular, el musical “The Last Empress”, producido por ACOM, y el espectáculo mímico “NANTA” fueron las primeras producciones coreanas en Broadway y el West End.

Tras su exitoso estreno en Corea en 1995, “The Last Empress” se presentó en el Teatro David H. Koch (entonces Teatro del Estado de Nueva York), en el Lincoln Center en 1997 y 1998, y en 2002 se llevó a escena en inglés en el Hammersmith Apollo a las afueras de Londres. Fue un trabajo épico que mostró el potencial comercial de los musicales coreanos originales y ofreció claves para entrar en los mercados extranjeros, además de ser fuente de inspiración para aquellos que sueñan con presentar su trabajo a una audiencia global.

La marea cambió en la década de 2010 cuando las productoras empezaron a prestar mayor atención al mercado asiático. En la primera mitad de la década, comenzó la expansión real en Japón y en China. Japón se convirtió rápidamente en el principal importador de musicales coreanos, con unos cuarenta espectáculos durante tres años a partir de 2012. Las producciones adaptadas al mercado japonés lograron impulso con la apertura en 2013 del Amuse Musical Theatre de Tokio, espacio dedicado a los musicales coreanos.

“Finding Mr. Destiny” es un musical original vendido en 2013 a China, donde cambió el título a “Finding My First Love”. Es un notable ejemplo de derechos de ejecución de una producción coreana vendida en el extranjero.
© CJ ENM

Escena de la interpretación coreana de “Finding Mr. Destiny”.
© CJ ENM

Afiches de “Finding Mr. Destiny” de Taiwán, Japón y China. (desde la izda.)
© CJ ENM

Tres vías hacia el mercado extranjero

Los musicales coreanos llegaron a los mercados extranjeros por tres vías: giras de musicales originales, producciones coreanas de musicales con licencia y ventas de derechos de interpretación o ejecución de musicales originales o coproducciones, donde participan personal e inversores locales. Las giras de musicales originales generalmente implican la puesta en escena en el extranjero por un período fijo con equipo de producción y actores coreanos, y letras subtituladas en inglés. El musical de jukebox “Run to You” fue un éxito entre el público japonés en Osaka en 2012 y Tokio en 2014. Inspirado en las canciones de DJ DOC, un trío coreano de hip-hop que debutó en 1994, cuenta la historia de tres jóvenes que desean ser cantantes.

Cuando “Subway Line 1” debutó en China en 2001, los musicales coreanos en dicho país aumentaron cada año. El musical “Song of Two Flowers” (Ssanghwa byeolgok), que narra la historia de dos sacerdotes budistas de Silla, Wonhyo (617-686) y Uisang (625-702), fue invitado a China en 2012 por el vigésimo aniversario de relaciones diplomáticas entre Corea y China. Al año siguiente, recorrió Shenzhen, Hainan, Guangzhou y Beijing con gran éxito de público. El espectáculo fue adaptado al público local con nuevos personajes y música inspirada en canciones tradicionales chinas.

En cuanto a las giras de musicales extranjeros con licencia, los espectáculos se adaptan y reinterpretan en coreano y la producción original se reexporta a otro país, y a menudo incorporan estrellas del hallyu para promocionar el espectáculo. Algunos ejemplos notables de comienzos de la década del 2000 son “Jack the Ripper”, “The Three Musketeers” y “Jekyll & Hyde” en Japón, y “Notre-Dame de París” y “Elisabeth” en China.

“Rimbaud” retrata la vida del poeta francés. Como proyecto sino-coreano, el musical se estrenó simultáneamente en ambos países en 2018.
© LIVE Corp.

Finalmente, hay espectáculos como “Finding Mr. Destiny”, el primer musical coreano original adaptado al cine, ejemplo de venta de derechos de interpretación en el extranjero. Cuando la producción se vendió a China, el título cambió a “Finding My First Love” y adaptaron la trama para apelar mejor a los sentimientos y la cultura de la audiencia china. En su estreno en 2013 atrajo a una multitud considerable, mostrando el potencial comercial de los musicales para pequeños espacios. Muchos otros musicales coreanos originales se dirigieron a China, incluyendo “Chonggakne Vegetable Store”, “My Bucket List” y “Vincent van Gogh”.

“Rimbaud”, que retrata la vida del poeta francés, fue un proyecto colaborativo de Corea y China. Creado por la productora LIVE, que también llevó al escenario “Chonggakne Vegetable Store” y “My Bucket List” en Japón y China, se estrenó en 2018 en Corea y China simultáneamente. Al año siguiente, la reproducción con licencia de Beijing salió a escena antes que la versión coreana. Otra coproducción entre Corea y China es “Feast for the Princess” de United Asia Live Entertainment, a cargo del conglomerado de entretenimiento coreano CJ ENM y del Ministerio de Cultura de China. Narra la historia de unos cocineros de todo el mundo que compiten por crear un plato capaz de despertar el perdido sentido del gusto de una princesa. La cocina tradicional china se expresó mediante una coreografía deslumbrante y música moderna.

“My Bucket List” cuestiona el significado de la vida. Fue presentada en 23 ciudades de China, la más extensa gira de una producción coreana con licencia.
© LIVE Corp.

Perspectiva a largo plazo

En 2019, justo antes de la pandemia, la escena musical coreana se vio muy afectada por cuestiones políticas y asuntos internacionales.

A pesar de todas las dificultades, se espera que la industria musical coreana siga ampliando fronteras a nivel global a fin de convertirse en la próxima frontera del hallyu. La tendencia hacia una fuente, un contenido cultural de uso múltiple, indica que los recursos del hallyu con atractivo global demostrado tendrán más protagonismo en escena. Solo falta descubrir quién o qué obras traerán ese cambio decisivo en la industria.

Won Jong-wo Profesor, Universidad de Soonchunhyang; crítico musical

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