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2016 AUTUMN

REPORTAJE ESPECIAL

DMZ: La tierra prohibida vista a través de las alambradasREPORTAJE ESPECIAL 1DMZ, la tierra donde florecen los sueños de la reunificación

La DMZ es una zona de seguridad militar de 4 kilómetros deancho por 238 kilómetros de largo que se extiende a lo largode la línea de demarcación militar de la península de Corea,que separa el Norte y el Sur de Corea. Como remanente dela Guerra Fría, es la frontera más militarizada del mundo,contrariamente a su nombre. Este paradójico lugar, quecontinúa siendo símbolo de división y conflicto 60 años despuésdel acuerdo de alto el fuego, debe ahora reutilizarse paraintentar hacer realidad el sueño de la reunificación nacional.

La creciente niebla del río Imjin se cierne sobrela parte delantera del medio oeste en la provinciade Gyeonggi. Un jeep militar patrulla la zonajunto a la valla de alambre de espino que marcala línea limítrofe meridional de la DMZ, todavíaenvuelta en la oscuridad.

A las 10:12 am de 27 de julio de 1953 en Panmunjom, elteniente general William K. Harrison, en representaciónde la Delegación de Mando de las Naciones Unidas, y elgeneral Nam Il, de la República Popular Democrática de Corea, firmaronel Acuerdo de Armisticio. Después, sin mediar palabra niintercambiar un ceremonial apretón de manos, salieron por puertasseparadas. La zona desmilitarizada (DMZ) que divide las dosCoreas nació ese fatídico día, como un extraño hijo del amor entrela animosidad y la desconfianza.

Ni guerra ni paz

Este año se cumple el 63 aniversario de la DMZ. Si fuera unapersona, estaría entrando en su edad avanzada y tendría más añosvividos que por vivir. Tal vez por eso la gente tienda a adoptar unaactitud más tolerante al hablar de la DMZ. Por ejemplo, a menudoevocan la imagen de un ambiente natural sin intervención humanadesde hace muchos años donde retozan los animales salvajes,quizá por la ilusión de que al menos la catastrófica división deCorea dejó una cosa buena.

Pero en ningún caso la DMZ es sinónimo de “frágil persona deedad avanzada” ni de “tesoro ecológico”. Rugosos campos quemadospor incendios forestales, con alambradas alineadas a través delas verdes montañas; trincheras y escaleras de cemento que serpenteanhasta las crestas; carreteras militares escarpadas y estrechas;campos de maíz cultivados por las tropas de Corea del Norteen las laderas de las montañas; búnkeres donde las tropas deCorea del Norte se esconden con sus ojos fijos en el Sur; y soldadossurcoreanos que vigilan de cerca los puestos de guardia en la primeralínea, pueden no ser un campo de batalla, pero sería un graveerror pensar que son una zona en paz.

Dos soldados observanla parte baja de laDMZ desde un puestode guardia en la partedelantera central.

¿Qué es la DMZ?

El Acuerdo de Armisticio estipula que la DMZ es una zonaterrestre que abarca dos kilómetros al norte y al sur de la Línea deDemarcación Militar, que se extiende desde la desembocadura delrío Imjin en la costa oeste, donde se ubica el signo de Puesto Nº0001, hasta Myeongho-ri, en la costa este, marcada por el PuestoNº 1292. Se trata de una larga franja de tierra que corta la cinturade la península coreana.

Al hablar de la división de Corea, una expresión comúnmenteutilizada es “a lo largo de los 250 kilómetros de alambre de espinosque recorren la zona de tregua”. Pero ¿es correcto? Para averiguarlo,un geógrafo midió la distancia de la línea desde el límitesur en la desembocadura del río Imjin hasta Chogu, un pueblo de lacosta este hasta comprobar que la distancia exacta son 148 millas(unos 238 kilómetros). Técnicamente hablando, la línea de alto elfuego es sólo una línea en el mapa que delimita la frontera entrelas dos Coreas.

Lo que los turistas que visitan la DMZ pueden ver al mirar a travésde los grandes ventanales de los observatorios, construidos a lolargo de todo el recorrido de la alambrada de espinos, es un lugarsereno, pacífico, y que ofrece la ilusión de estar desprovisto de cualquieractividad. Pero de hecho, en la zona fronteriza son constantementedesplegadas astutas tácticas por ambas partes.

Soldados de unaunidad estacionadaen primera línea de laDMZ esperan a pasarrevista por la mañana.

Por ejemplo, cada año, desde mediados de febrero hasta mayo,las tropas sur y norcoreanas queman las plantas y árboles que obstruyensu perspectiva y su campo de tiro. Esa antigua estrategiamilitar de “guerra de fuego” sigue operativa en la DMZ.

Las condiciones del Acuerdo de Armisticio indican que ningunade las dos Coreas debe cruzar las respectivas líneas limítrofesdel sur y del norte, y establecieron dos kilómetros a cada lado dela línea de demarcación militar, distanciaque fue violada hace mucho tiempo.Cada lado ha ido avanzando más alláde los límites designados, moviendo lascercas de alambre de espinos poco apoco hacia adelante. Ha habido muchosincidentes y enfrentamientos en laDMZ, como los relacionados con incendiosforestales y minas terrestres, laexcavación de túneles de incursión porparte del Norte, y más recientemente lareanudación de las emisiones de propagandamediante altavoces.

Otro dato interesante sobre la DMZes que la población oficial registradaes mucho menor que el número realde residentes; pues las tropas allí estacionadasen la zona son la “poblaciónoculta”. La población del Condado deHwacheon, en la provincia de Gangwon–que bordea la DMZ- marcaba unas 27.000 personas en 2015. Sinembargo, podría haber más “habitantes ocultos”.

La verdad sobre la ecología en la DMZ

En resumen, el medio ambiente natural en la DMZ no es tannatural. Los bosques se han convertido en estériles por los incendios,tras ser contaminados y esquilmados por ese gran númerode “residentes”. Algunos estudiosos han venido señalando queel volumen de árboles vivos en la zona fronteriza se ha reducido amenos de la mitad que la media en Corea del Sur, e instan a unaacción inmediata para restaurar el ecosistema natural dañado. Losanimales que viven en esa tierra estéril han de soportar los altísimossonidos de los altavoces, una táctica de guerra psicológica, asícomo los deslumbrantes focos instalados en las vallas de alambrede espinos durante la noche.

Algunos han muerto al pisar accidentalmentelas minas terrestres.

Pero los reportajes sobre la DMZ retratan la zona fronterizacomo un refugio para animales salvajes –con manadas de corzosretozando en los campos, alguna cabra en lo alto de una rocamirando algo, o familias de jabalíes salvajes que deambulan alrededorde los cuarteles. Sin embargo, ninguno de los animales posapara la cámara. Las cámaras exponen los hábitats secretos de esosanimales salvajes que consideran este lugar sin corazón y carentede verdes bosques como su casa.

Aunque es difícil de apreciar en la fotografía, el puesto de guardiade Corea del Sur en el frente occidental se halla a breve distanciadel puesto de guardia de Corea del Norte.

 

Kim Yeong-beom y Kim Sun-hui nacieron en un pueblo del perímetrode control civil del condado de Cheorwon, provincia de Gangwon.En la década de 1980, abrieron el primer hospedaje en PrimeraLínea, en el campo de flores de diente de león frente a su pueblo.Anhelando el día en que las dos Coreas se reúnan, dan la bienvenidaa los huéspedes que han pasado por una serie de puntos decontrol militares sólo para probar su guiso de bagre picante.

Esperando el día en que el tren alMonte Geumgang opere de nuevoLos campos de diente de león en Gimhwa, en el condado deCheorwon, provincia de Gangwon, son la parte más septentrionalde Corea del Sur, y un inquietante lugar en el que las negras montañasde Corea del Norte miran constantemente hacia abajo. La DMZatraviesa este campo. También hay un puente oxidado de ferrocarril.Forma parte de la línea Geumgangsan, que fue activada en 1926 yque operaba entre las estaciones Cheorwon y Naegeumgang, hastaque los servicios se interrumpieron por la división de la nación. Unainscripción en los pilares del puente reza así: “Ferrocarril interrumpido.Monte Geumgang a 90 km”, y tristemente refleja el final del viaje.

A principios de la década de los 70, un joven granjero llamado KimYeong-beom que vivía en un pueblo de la zona civil de la demarcaciónmilitar, pidió matrimonio a una joven del mismo pueblo llamada KimSun-hui -citando la letra de la canción pop coreana “With You”, unéxito de por aquel entonces: “¿Pasarías el resto de tu vida conmigoen una pintoresca casa en los campos de diente de león?”- mientraslas azaleas estaban en flor junto al río Hantan. Ella aceptó.

Diez años después de casarse y de vida feliz, con un hijo y una hija,Kim pudo finalmente cumplir su promesa, y obtuvo la aprobaciónpara construir una casa en los campos de diente de león, donde colocóel cartel: “Parada de descanso en Primera Línea”, con la esperanzade que un día el ferrocarril vuelva a operar y lleve trenes llenos deturistas. Aunque no es probable que el turismo al monte Geumgangsea reanudado a corto plazo, hasta más allá de la zona de demarcaciónmilitar se ha extendido que su esposa cocina un excelente estofadode pez gato; y a la gente también le intriga la cdora historiade amor de la pareja, lo que dota de un atractivo oculto a estelugar en la zona de demarcación militar.

El puente del ferrocarril Jeongyeon, parte de la línea del MonteKumgang, fue construido sobre el río Hantan en el condado deCheorwon en 1926. El cartel sobre el puente que dice “Línea deferrocarril no operativa. Monte Kumgang a 90km” transmite unasensación de profunda tristeza y añoranza.

Lo que los turistas que visitan la DMZ pueden ver al mirar a través de los grandes ventanales de losobservatorios, construidos a lo largo de todo el recorrido de la alambrada de espinos, es un lugarsereno, pacífico, y que ofrece la ilusión de estar desprovisto de cualquier actividad. Pero de hecho, enla zona fronteriza son constantemente desplegadas astutas tácticas por ambas partes.

Las cinco caras de la DMZ

Es hora de ir más allá de la común percepción de la DMZ comotierra de paz y de vida, o que la asocia con la tragedia de una nacióndividida, y observar más de cerca su verdadero rostro.

En primer lugar, la DMZ es un museo vivo de la guerra. La Guerrade Corea, que estalló en junio de 1950, fue de facto una guerramundial –que involucró a unas 60 naciones que participaron directao indirectamente- incluidos 10 países comunistas. Ninguna guerraen la Historia de la Humanidad ha involucrado a tantos países y soldados de tan diversas nacionalidades en un mismo lugar. La DMZevidencia por tanto la lucha de poder Este-Oeste y en sí misma esun documental de la Guerra Fría.

En segundo lugar, la DMZ es un abundante repositorio para laantropología y la historia de Corea. En 1978, Greg Bowen, un soldadoestadounidense estacionado en Corea, encontró un hachade mano del periodo Achelense en el río Hantan, en el condadode Yeoncheon, provincia de Gyeonggi. Esto prueba que hace unos300.000 años, una especie humana muy anterior a la contemporáneavivió en esa zona. De hecho, muchas reminiscencias militaresperduran, como las fortalezas de montaña a lo largo de los ríosImjin y Hantan, que reflejan los conflictos armados desatados entrelos antiguos tres Reinos de Corea -Goguryeo, Baekje y Silla– quetuvieron lugar en esta región hace 2.000 años. En el año 901, duranteel último de los Tres Reinos, Taebong fue fundado en Cheorwon,justo en medio de lo que sería la actual DMZ. En 918, la dinastíaGoryeo se estableció en ese mismo lugar, y en 1392, la dinastíaJoseon fue fundada en la capital de Goryeo, Gaesong. Por tanto, laDMZ fue en su día cuna de tres estados coreanos.

Soldados sur y norcoreanosse ubican unosfrente a otros a amboslados de la Línea deDemarcación Militar,que se extiende a travésdel Área de SeguridadConjunta de la aldea dela tregua de Panmunjom.El edificio del ladoopuesto es Panmungak,en Corea del Norte,mientras que el edificioazul, en el lado izquierdo,es una sala deconferencias de la zonade seguridad (JSA).

En tercer lugar, la DMZ es un tesoro del patrimonio culturalactual. La antigua ciudad –hoy en ruinas- de Cheorwon, registrabauna población de unas 37.000 personas durante la década de1940. Originalmente fue planificada y establecida por los japonesesdurante el dominio colonial, pero fue posteriormente destruidadurante los bombardeos de la Guerra de Corea. De hecho, aúnperduran algunos de los edificios colapsados por la guerra -comola oficina del condado, la estación de policía, la escuela primaria,la iglesia, el centro de inspección de productos agrícolas, la fábricade hielo, la oficina de asociación económica, la estación de tren y lasede del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte- y ofrecentestimonio de la viva ciudad que una vez fue. Cheorwon formó partedel territorio de Corea del Norte desde 1945, tras la liberación deCorea del dominio colonial japonés, hasta la firma del Acuerdo deArmisticio en 1953. El puente Seungil, que cruza el río Hantan, fuediseñado por Corea del Norte en 1948. Junto a él se encuentra elpuente Hantan, construido por Corea del Sur en 1996.

En cuarto lugar, la DMZ es un crisol. Justo tras el alto el fuego,la zona de control civil fuera de la DMZ abarcaba más o menos100 pueblos vacíos. El gobierno adoptó políticas de migración pararepoblarlos y, como resultado en 1983, cuando la zona contaba conmás población civil, contabilizó un total de 39.725 personas, repartidasen 8.799 casas de 81 aldeas dentro de la zona de demarcacióncivil (a partir de entonces, dicha demarcación se fue empujandomás hacia el norte, excluyendo a muchos de estos pueblos). Entanto, las personas que se instalaron en estos pueblos crearon unacultura única, y la mezcolanza de culturas tan dispares, procedentede personas con diferentes idiomas, éticas, costumbres e historiasfamiliares, junto con la cultura militar, conforman el rasgo distintivode “la tercera zona”.

Por último, el ecosistema natural de la era de la Guerra Fría seha conservado en gran medida en la DMZ. Un tránsito ecológicoadecuado no habría sido posible durante la Guerra Fría, debido alas fuertes intervenciones en la zona.

Aun así, algunos de los charcosen los que cayeron proyectiles de artillería, desde entonces sehan convertido en estanques; en tanto que los arrozales abandonadosse han convertido en pantanos. Las plantas de agua de esospantanos se han convertido en hábitat para los corzos, mientrasque los insectos y las lombrices de tierra atraen aves y animalessalvajes.

Las ramas de los árboles de los campos donde los soldados deCorea del Sur y del Norte realizan maniobras militares, han dejadode crecer. Tal vez han aprendido que es mejor centrarse en creceren vertical, para que las llamas puedan pasar por debajo de susramas. Tras los incendios, estos campos reverdecen en primavera,ya que las llamas queman sólo las hojas jóvenes que son “prescindibles”.Pero los animales grandes, como los jabalíes, encontraránpoco que comer en estos campos. Algunos animales sobrevivencon los restos de comida de los soldados, pero otros desgraciadamenteson alcanzados o aniquilados por minas o trampas explosivas.Durante las fuertes nevadas del final del invierno, los soldadosalimentan con hierbas y plantas a las cabras, para intentar que nomueran de hambre en los profundos valles de la cordillera Hyangnobong.

Otro fenómeno natural único en la zona fronteriza son los virusy patógenos latentes. Por ejemplo, la fiebre hemorrágica con síndromerenal, que afectó a unos 3,000 soldados de Naciones Unidasdurante la Guerra de Corea, todavía persiste; y otras enfermedadescomo la rabia y la malaria están a la orden del día en la zona.

Las cinco caras de la DMZ constituyen un patrimonio histórico-cultural que no ofrece ninguna otra parte del mundo. Estaherencia es el valioso “contenido” que dejó el siglo XX a los coreanosde hoy en día, quizá para compensar a los que sufrieron la tragediade la división nacional. Ahora, depende de nosotros utilizareste contenido para ayudar a concretar el sueño de la reunificaciónnacional.

Ham Kwang-bokDirector General, Centro de Investigación DMZ Corea; Articulista sobre la DMZ
Ahn Hong-beom, Lee Sang-youpFotógrafos

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