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2022 SPRING

Música tradicional: remezclas para la escena global

A la vanguardia de la innovación

Dando nueva vida a la música centenaria, los pioneros del gugak contemporáneo (música tradicional coreana) crean remezclas que resuenan con energía e inspiración. Destacamos tres grupos notables a la vanguardia de la innovación que, con caminos propios, logran audiencia en el país y en el extranjero.

Escena de un vídeo de “ONDA”, tercer álbum de estudio de Jambinai, lanzado en 2019 por Bella Union. Como banda de post-rock con cinco miembros, Jambinai ha hipnotizado al público de muchos países con electrizantes actuaciones inspiradas en la música tradicional coreana. La banda se formó en 2009.

 

Black String
“Aunque dediques toda tu vida a lograr el auténtico sonido del geomungo, es un objetivo difícil de alcanzar. En sentido amplio, no difiere mucho de la aspiración de Black String”.

Black String, formado en 2011, crea sonidos experimentales de fusión improvisada sobre jazz y música tradicional coreana. De izquierda a derecha: Yoon Jeong Heo al geomungo, Min Wang Hwang al ajaeng y janggu, Aram Lee al daegeum y yanggeum y Jean Oh a la guitarra.
© Nah Seung-yull

 

Black String ha venido ganando reconocimiento en festivales locales y mundiales de músicas del mundo y jazz a lo largo de los años. Como su nombre proclama, hace música profundamente arraigada en el geomungo, cítara de seis cuerdas cuyo nombre sino-coreano es literalmente “cuerda negra”. Este instrumento nativo de Corea, de hace 1500 años, crea un tono modesto y solemne que personifica la dignidad de la música tradicional coreana.

El grupo, creado en 2011, lo conforman Yoon Jeong Heo al geomungo, Jean Oh a la guitarra, Aram Lee al daegeum (flauta transversal grande de bambú) y yanggeum (dulcémele martillado), y Min Wang Hwang al ajaeng (cítara arqueada de siete cuerdas) y janggu (tambor de dos cabezas). Su carrera despegó en 2016 cuando firmaron con ACT, sello discográfico alemán de renombre mundial y toda una novedad en un grupo coreano, para lanzar cinco LPs. Junto con ECM, ACT es conocido por música contemporánea experimental centrada en jazz.

El primer álbum de Black String, “Mask Dance”, lanzado ese mismo año, les valió un premio en la categoría de Asia y el Pacífico en Songlines Music Awards 2018, en Gran Bretaña, y también es novedad para un grupo coreano. Su música en realidad es la mejor combinación con el estilo de ECM, que cultiva una mezcla de música folclórica europea y jazz meditativo. La reinterpretación filosófica de la música ambiental del tema principal de su segundo álbum, “Karma” (2019), y el enfoque de jazz fusión que exploran en “Exhale-Puri” o “Song of the Sea” se acercan al “estilo coreano” de ECM.

Junto con Kang, Yoon Jeong Heo lidera la vanguardia de experimentación libre en la música tradicional coreana. Formaron SangSang Trio con Yu Kyung-hwa, un intérprete de cheol-hyeongeum (cítara con cuerdas de acero), creando música que fusiona florituras y ritmos tradicionales con free jazz o metodología moderna. Yu y Won Il, compositores que colaboraron con ellos, iban a clase con Heo en la Escuela Secundaria Nacional Gugak. Tras los innovadores esfuerzos del grupo está Yoon Jeong Heo, su líder y destacada intérprete de geomungo y profesora de música tradicional coreana en la Universidad Nacional de Seúl. Es hija de Heo Gyu (1934-2000), pionero del madanggeuk (teatro tradicional al aire libre) que amplió significativamente los horizontes del teatro coreano en el siglo XX. “Gracias a mi padre conocí a maestros en improvisación de música tradicional”, recuerda. “Me inspiró mucho el intérprete de haegeum [violín de dos cuerdas] Kang Eun-il. Sus actuaciones escapan de los límites de nuestra música tradicional”.

Los otros tres miembros de Black String son jóvenes que destacan en música tradicional coreana y jazz, con proyectos individuales y en grupo. Audaces en sus elecciones, mezclan elementos de un repertorio diverso que abarca música folclórica tradicional, chamánica y budista. En “Exit Music - For a Film” de la banda de rock inglesa Radiohead, ofrecen una mezcla musical de ensueño. Aram Lee ofrece una actuación original y virtuosa en daegeum; Min Wang Hwang ha tocado con él en otros proyectos; y Jean Oh es conocido por su minimalista pero profundo toque de guitarra. Su música demuestra que no son meros acompañantes del geomungo. Los recién llegados a la música tradicional coreana harían bien en recordar sus nombres.

“Me encanta improvisar, pero la identidad de nuestro grupo no se basa solo en eso. La claridad y el carácter de una pieza son el marco básico y la improvisación es el ímpetu de nuestra actuación”, explica Heo. En ese sentido, el instrumento solista tradicional de estilo libre sanjo, es la raíz y el corazón de la música de Black String.



 

Jambinai
“¿Qué conmoción sentirías al ver ante tus ojos un animal que se creía extinto o ajeno a este mundo, o al capturar una criatura de profundidades marinas como el celacanto? Esas son las cosas que buscamos”.

La banda de post-rock Jambinai destaca por combinar rock y heavy metal con instrumentos tradicionales coreanos. Desde la izda: Jaehyuk Choi a la batería; Eun Yong Sim al geomungo; Ilwoo Lee a la guitarra, piri y taepyeongso; Bomi Kim al haegeum y B. K. Yu al bajo.
© Kang Sang-woo

 

Hellfest, un festival internacional de metal de nombre aterrador, atrae a decenas de miles de jóvenes fanes a un pequeño pueblo de Francia cada mes de junio, con bandas de hard rock y heavy metal, como Iron Maiden y Cannibal Corpse. En 2016, la audiencia quedó perpleja ante una variedad de instrumentos asiáticos que llenaban el escenario. Era Jambinai, una banda coreana post-rock de cinco integrantes.

Jambinai, fundada en 2009, la conforman Ilwoo Lee, un versátil guitarrista, piri (oboe de doble lengüeta) y taepyeongso (oboe cónico); Bomi Kim al haegeum; Eun Yong Sim al geomungo; Jaehyuk Choi a la batería; y B. K. Yu al bajo. Su música evoca un extraño caos de duendes y fantasmas coreanos. Cuando los irregulares sonidos en bucle del geomungo, creados al golpear el cuerpo y las cuerdas con la púa de un solo golpe, se encuentran con el chirrido fantasmal del haegeum y el rugido de la guitarra eléctrica, el público es invadido por una sensación de horror y suspense totalmente distinta al heavy metal. Los sonidos friccionales y africados del haegeum y el geomungo son desconocidos pero electrizantes. La estética del post-rock, el shoegazing, el metal y la música tradicional coreana chocan en proporciones impredecibles.

Los miembros clave del grupo, Ilwoo Lee, Bomi Kim y Eun Yong Sim, optaron por la música tradicional a temprana edad. Eran compañeros de clase en la Escuela de Artes Tradicionales Coreanas de la Universidad Nacional de Artes de Corea. Pero Jambinai nació del desafío de Lee contra la tradición musical de Corea. Comenzó a tocar piri en séptimo grado y la guitarra eléctrica en noveno grado. Mientras estudiaba música tradicional coreana en la escuela, veía actuaciones de Metallica en casa y soñaba con convertirse en rockero. Antes de Jambinai, tocó en la banda de screamo 49 Morphines.

“Dicen que los instrumentos tradicionales coreanos no pueden mezclarse con una banda, y que la música tradicional coreana es aburrida y algo “de hogares hanok”. Quería romper esos prejuicios y tuve que crear un sonido poderoso”, explica Lee. Tuve una idea con ‘Roots’, un álbum de Sepultura, banda que fusiona música tradicional brasileña con metal. Otras influencias fueron el collage de sonido de rock industrial de ‘The Downward Spiral’, un álbum de Nine Inch Nails, y el género post-rock donde varios instrumentos, desde el violín y el violonchelo hasta la gaita, combinan suavemente con sonido rock.

En 2014, Jambinai fue invitado al Festival de Música SXSW en Austin, Texas, Estados Unidos. Empezaron con solo dos personas de público y en unos 30 minutos llenaron la sala. Vivir eso fue una de mis más intensas experiencias en un concierto. En 2015, la banda firmó con el sello discográfico británico Bella Union y, al año siguiente lanzó a nivel mundial su segundo álbum, “A Hermitage”, con excelentes críticas. Su dramático sonido, que comienza como la llama de una vela y luego se convierte en un incendio forestal, abarca un amplio espectro, desde lo feroz (“Time of Extinction” de su álbum de debut “Differance”, “Wardrobe” de su segundo álbum “A Hermitage” y “Event Horizon” de su tercer álbum “ONDA”) a lo meditativo (“Connection”, último tema de su primer álbum).

Antes del coronavirus, Jambinai actuaba más de 50 veces al año en el extranjero. Cautivaron al público en festivales internacionales, incluidos WOMAD UK, EXIT en Serbia y Roskilde en Dinamarca, por nombrar algunos. Y ofrecieron una espectacular actuación en la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Invierno Pyeongchang 2018.

 

Dongyang Gozupa
“Nuestras carencias nos impulsan a ser más creativos. Aunque solo somos tres, aspiramos a llenar totalmente el espacio solo con nuestra música”.

Dongyang Gozupa, creado en 2018, es conocido por un estilo salvaje y discordante, acorde a su nombre, que literalmente significa “alta frecuencia de Oriente”. Desde la izda: Jang Do Hyuk a la percusión, Yun Eun Hwa al yanggeum y Ham Min Whi al bajo.
© Kim Shin-joong

 

Cuando se trata de ser poco convencional, el trío Dongyang Gozupa no se queda atrás. Para empezar, su excéntrico nombre ya dice mucho, pues literalmente significa “alta frecuencia del este”. Jang Do Hyuk, el percusionista, explica que el nombre deriva de un taller de reparación de productos electrónicos del barrio. Pensó que encajaba con el estilo musical discordante y salvaje de la banda.

El grupo debutó en 2018 con el lanzamiento de un EP titulado “Gap”. La primera impresión que predomina en su música es el sonido del yanggeum interpretado por Yun Eun Hwa, que golpea como una tormenta. En su actuación visualmente destaca la guitarra que cae como tal, como en “Master of Puppets” de Metallica. El bajo profundo de Ham Min Whi y la rápida interacción a la percusión de Jang Do Hyuk, completan un sonido que avanza a toda velocidad. El timbre claro del yanggeum rebota como gotas de lluvia cayendo en la selva tropical y el martilleo del dulcémele brilla como pieza central de la banda, pues está hecho con cuerdas de metal, mientras que el geomungo de Black String y Jambinai tiene cuerdas de seda. Con él, Yun produce sonidos metálicos que resuenan a heavy metal.

El yanggeum surgió en Persia, pero con el tiempo fue adaptado y modificado y recibió nombres como cítara, dulcémele y címbalo. Llegó a Corea a través de China y recibió el nombre de yanggeum, que significa “instrumento de cuerda de Occidente”. Junto con el saenghwang (órgano de boca de lengüeta libre con 17 tubos de bambú), es uno de los pocos instrumentos tradicionales que puede tocar escalas y armonía usadas en música occidental.

Yun, a cargo de la filial coreana de la Asociación Mundial de Címbalo, encargó un instrumento a medida. “El yanggeum tradicional es más pequeño y produce solo una estrecha gama de notas, impidiendo tocar diversos géneros”, explica. “Mi yanggeum tiene un rango mucho más amplio: cubre cuatro octavas y media, y puede reproducir la escala cromática como un instrumento musical occidental, permitiendo interpretar casi cualquier género de música. Le agregué una pastilla y pedales de efectos para expandir el rango expresivo”.

Yun comenzó a estudiar música con cuatro años en China, donde aprendió a tocar el yanggeum norcoreano, y se especializó en percusión en la Universidad de Corea. Luego perfeccionó su estilo idiosincrásico con años de práctica y estudio, asimilando los méritos de la percusión y los instrumentos de cuerda de Oriente y Occidente, y de Corea del Norte y del Sur.

Mientras, Jang Do Hyuk es un percusionista único. No toca un bombo con el pie; y en vez de usar tanto las manos como los pies, ha creado un estilo característico que solo usa las manos para expresar todo el espectro de sonidos percusivos, desde el tono más bajo hasta el más alto. El ex integrante de Danpyunsun and the Sailors, banda que combina rock e influencias orientales, afirma: “Los límites me permiten crear un sonido propio y distintivo. Adoro los retos”.

El bajo de Ham Min Whi fluye suavemente de movimientos pesados a ágiles, y recuerda a la banda estadounidense de nu metal Korn o a la banda de punk rock Red Hot Chili Peppers.

En 2021, Yun Eun Hwa recibió el premio Soorim New Wave que otorga la Fundación Cultural Soorim. Este prestigioso reconocimiento se entrega cada año solo a un joven músico tradicional o banda especializada en estilo experimental. Entre otros galardonados figuran Kwon Song Hee, vocalista de la banda de pop alternativo LEENALCHI, o Ak Dan Gwang Chil (ADG7), grupo folk-pop que actualiza la música ritual chamánica de la provincia de Hwanghae, ahora Corea del Norte.

Dongyang Gozupa fue la primera banda asiática en ser invitada al festival mundial de música WOMEX por dos años consecutivos, 2020 y 2021.



Lim Hee-yun Reportero, The Dong-A Ilbo

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