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2024 SUMMER

‘Jugar bien’ con el patrimonio cultural

So Jin-ho, más conocido como Colin Jin, destacó por sus magistrales reproducciones de objetos cotidianos con LEGO y luego pasó a explorar con el patrimonio cultural, llegando a exponer en París durante este año. Hablamos de una “historia de juguete” que comenzó con su nacimiento.

Su interpretación de Jongmyo Jeryeak es un verdadero trabajo de amor. Creada solo con piezas LEGO existentes, a So le llevó más de un año y medio completar esta obra maestra.
Cortesía de So Jin-ho.

Colin Jin nació en 1974, el mismo año en que su padre So Jae-gyu fundó Hanlip Toys. Naturalmente Colin creció entre todo tipo de juguetes, incluidos los ladrillos de plástico de la empresa danesa de juguetes LEGO, cuyo nombre se traduce como “jugar bien”. Cuando tenía veintitantos años diseñaba sus propias creaciones con LEGO, y sus réplicas de objetos cotidianos ya destacaban. Poco después se centró en un tema totalmente distinto: la danza folclórica tradicional coreana, y desde entonces ha seguido explorando el patrimonio cultural.

En octubre de 2023, el Centro de Exposiciones Moryham de Seúl acogió la primera exposición del artista, ‘HEstorical Lego’ de Colin Jin. Mostró una nueva perspectiva sobre la cultura tradicional mediante réplicas del patrimonio cultural tangible e intangible, donde destacó una reproducción de Jongmyo Jeryeak hecha con LEGO.

Jongmyo es un santuario real del centro de Seúl que alberga las tablillas ancestrales de reyes y reinas de la dinastía Joseon (1392-1910). Jongmyo Jeryeak alude a la música instrumental, canciones y danzas interpretadas en los ritos conmemorativos del santuario, inscritos en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO.

La multitud quedó cautivada al ver cómo los bloques de juguete captaron deversos aspectos diversos de la historia y la cultura coreana, pero más aún por la intrincada artesanía que reflejaba la esencia del arte y la estética de Corea.

Colin, también a cargo del Museo del Juguete Hanlip desde 2007, alude al profundo amor por su familia como la fuerza motora detrás de su proceso creativo. Entre mayo y octubre algunas de sus creaciones se exponen en el Centro Cultural Coreano de París.

El artista So Jin-ho, a cargo del Museo del Juguete Hanlip, comenzó a producir obras con bloques LEGO con veintitantos años. Desde entonces ha mostrado una amplia variedad de creaciones, que van desde objetos cotidianos hasta reproducciones del patrimonio cultural.

Por favor, háblenos de su primera exposición.

Al principio LEGO era sólo un hobby para mí, por eso nunca me consideré un artista, ni mucho menos pensé en realizar una exposición. En realidad fue una sugerencia de quienes me rodeaban, pues me dijeron que era una pena tener todo mi trabajo escondido en casa. Con tantos artistas talentosos de LEGO creando impresionantes piezas, dudaba de si mi trabajo destacaría, pero el apoyo recibido me dio el valor para intentarlo. Realmente no esperaba que mi exposición tuviera una respuesta tan positiva.

Mi esposa se especializa en literatura inglesa y le gusta estudiar historia en su tiempo libre. Un día, sugirió crear obras de arte con LEGO basadas en seungmu, un tipo de danza folclórica coreana que tradicionalmente realizan los monjes budistas. Eso fue el origen de todo.

Tras completar el proyecto me sentí obligado a ir más allá de seungmu y explorar la cultura tradicional en general. Eso generó a un ovillo que me condujo hasta Jongmyo Jeryeak. Tardé año y medio en recrearlo usando solo piezas de LEGO existentes. Sabía que necesitaba aprender más para representar aspectos de la cultura tradicional con la mayor precisión posible, por eso investigué mucho y hasta adquirí libros singulares, como una copia de Jongmyo uigwe [Protocolo real de la dinastía Joseon].

¿Su audiencia son mayormente fans de LEGO?

No necesariamente. Me he encontrado con guías turísticos, culturales, estudiantes y profesores de secundaria especializada en música tradicional coreana, y hasta con expertos en danza coreana. Todos compartían un sentimiento similar de orgullo por preservar las tradiciones coreanas. Y a menudo les duele cuando aquellos que los rodean descartan las prácticas antiguas como obsoletas. Por eso todos me agradecieron que recreara la cultura tradicional de un modo tan fresco y moderno. Realmente me conmovieron sus amables palabras.

El Centro de Tumbas y Palacios Reales de la Administración del Patrimonio Cultural está cerca de Moryham, donde presenté mi exposición. Algunos de sus integrantes visitaban la galería en la pausa para el almuerzo y me invitaron a participar en una exposición especial que estaban montando. Acepté la oferta y decidí representar una pintura llamada Ohyang chinjebanchado [Mampara plegable de los ritos mayores en Jongmyo No. 7] para la exposición, que comenzó en mayo en Jongmyo. Elegí esa pintura en particular al ser el único registro certificado existente que ofrece una visión completa de las actuaciones musicales que formaban parte de los ritos ancestrales reales de la dinastía Joseon. Poder mostrar mi trabajo en una exposición permanente de un lugar de tanta importancia histórica es un gran honor.

Esta obra representa seungmu, una de las danzas folclóricas más emblemáticas de Corea. Marca el comienzo de exploración de la cultura tradicional en la obra de So.
Cortesía de So Jin-ho

¿Cómo han reaccionado los entusiastas de LEGO?

Habitualmente son los padres quienes llevan a sus hijos a las exposiciones e interpretan las obras de arte, pero con mi exposición pasó al revés. La mayoría de los padres parecían estar ahí a petición de sus hijos, quienes les explicaban cómo logré incorporar las piezas de ciertos sets de LEGO a la obra. Los niños estaban tan emocionados que lideraban las conversaciones, y algunos hasta expresaron su deseo de intentar recrear algunos modelos. Fue gratificante ver que mi trabajo despertó algo en ellos.

Reproducción de una máscara tradicional de la aldea folclórica Hahoe en Andong, provincia de Gyeongsang del Norte.
Cortesía de So Jin-ho

¿Qué le inspira?

Principalmente tomo ideas de la vida diaria. Por ejemplo, un día, mientras veía la serie al de televisión Korean Cuisine and Dining, observé que la gente comía en una pequeña mesa de comedor llamada Naju soban. Pensé en intentar recrear esa mesa con LEGO, y me animé a intentarlo. En otra ocasión, cuando mi hija estaba en segundo de secundaria, recreé todos sus útiles escolares básicos mediante LEGO, incluido un estuche y un sacapuntas. Y hasta construí una lámpara de escritorio.

¿Cuál fue su primer encuentro con LEGO?

Por aquel entonces estaba en primer grado. Mi padre me llevó a conocer a uno de sus amigos, quien me enseñó algunas muestras de LEGO. Esto fue antes de que LEGO llegara oficialmente a Corea del Sur. Recuerdo la tristeza al no poder llevármelas a casa conmigo.

Así recreó los útiles escolares de su hija usando LEGO. So afirma que enorgullecer a su familia es la fuerza motora de su trabajo.
Cortesía de So Jin-ho

Mi memoria conserva nítidamente la emoción que sentí al toparme por primera vez con un LEGO temático de Star Wars, mientras ayudaba en la juguetería de mi padre. Como gran fan de Star Wars fue amor a primera vista. Enseguida lo compré y lo monté siguiendo el manual de instrucciones, y tras dominarlo me animé a hacer mis propias creaciones.

¿La forma actual de las piezas LEGO limita su creatividad?

Hay una regla estricta entre los artistas de LEGO: no debes alterar ni pintar ninguna pieza, solo usarlas tal cual. En primer lugar, creo que ese desafío de ejercitar la creatividad dentro de esas limitaciones, es lo que hace que el arte LEGO sea tan atractivo.

Creo que la amplitud y profundidad de las experiencias personales permiten superar las limitaciones. Tras haber creado tantas cosas con LEGO, estoy en un punto donde puedo visualizar mentalmente cómo ensamblar las diferentes piezas para lograr un resultado concreto. Mi mente es capaz de convertir el palo de escoba de Harry Potter en el cepillo de un erudito confuciano, dientes de animales en beoseon [calcetines tradicionales], y patas de pato en la corona de un rey, sin precisar dibujos.

Dicho esto, es cierto que la limitación de los materiales puede dificultar reproducir algo a la perfección. A veces encuentro formas de simplificar ciertos elementos, pero los expertos rápidamente perciben las diferencias. Aunque no pueda replicar íntegramente cada pequeño detalle, preciso conocerlos, por lo que dedico mucho tiempo a leer y estudiar.

Espacio de trabajo del artista en el Museo del Juguete Hanlip. Las piezas LEGO de sus creaciones se apilan cómodamente en distintas categorías.

¿Qué aficiones comparte con su familia?

Nuestras comidas suelen ser largas y, como hablamos mientras comemos, normalmente pasamos una hora en la mesa. También compartimos la pasión por las películas animadas de Pixar, y nos esforzamos en ir juntos al cine en cada nuevo estreno. Intento mantener un claro límite entre el trabajo y la vida familiar, por eso rara vez me llevo trabajo a casa. Dicho esto, cuando completo un proyecto, siempre me aseguro de mostrarlo primero a mi esposa y mi hija. Me aportan mucha retroalimentación y me gusta reflejarla en mi trabajo.

¿Algún próximo proyecto?

Durante una visita al Museo del Palacio Nacional de Corea tuve la ocasión de ver la pintura del biombo de Hwaseong haenghaengdo [Desfile Real a Hwaseong], que representa varias escenas de eventos organizados por el rey Jeongjo [r. 1776-1800], incluido el banquete real por el 60 cumpleaños de su madre, Lady Hyegyeong. Mi familia me sorprendió murmurando para mis adentros lo increíble que sería replicar todo en formato LEGO y me animaron a intentarlo. La pintura muestra más de 2000 figuras, incluidos caballos, ganado y carruajes. Necesitaría una gran cantidad de piezas de LEGO, pero tengo muchas ganas de reproducirla algún día. También sueño con lanzar mis propios productos LEGO basados en mis diseños.

Nam Sun-woo Reportero, Cine21
Heo Dong-wuk Fotógrafo

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