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2023 SUMMER

Definir lo nuevo a partir de lo viejo

Hur Sung-ja, una reconocida artesana de trenzado de juncia (wanchojang), aplica audazmente un diseño moderno a una artesanía secular. Ampliando el rango de usos y las características formales de los productos convencionales de juncia, sus objetos artísticos abren un nuevo horizonte a la artesanía tradicional.

Las esteras circulares para sentarse son uno de los productos básicos del tejido con juncia, planta de arrozales y áreas pantanosas.


En el pasado, los coreanos de las comunidades agrícolas elaboraban objetos domésticos de uso diario mediante plantas y paja, fáciles de obtener en su entorno. Crear productos artesanales con juncia (wancho o wangol en coreano) era una actividad secundaria rentable para los agricultores durante sus largas vacaciones de invierno. Las esteras tejidas con juncia eran populares, pues ofrecían alivio para el calor húmedo del verano, mientras que sus coloridos diseños iluminaban los espacios interiores.

La artesanía autóctona posee larga historia. Según la Historia de los Tres Reinos (Samguk sagi, 1145), las cortes de los antiguos Tres Reinos de Corea tenían talleres de trenzado de juncia para producir artesanías para a familia real, y las personas de mayor posición social usaban esteras de juncia como cortinas para sus carruajes. Durante la dinastía Goryeo, junto con los productos de ginseng, las esteras de juncia tejidas con exquisitos diseños florales (hwamunseok) eran un artículo comercial importante. El Relato Ilustrado de Goryeo (Gaoli tujing, 1123), escrito por el emisario chino Xu Jing de la dinastía Song, contiene información detallada sobre las esteras con estampado floral, lo que indica que los coreanos de aquella época perfeccionaron elaboradas técnicas para tejerlas.

Publicado a principios de la era Joseon, la Sección de Geografía de los Anales del Rey Sejong (Sejong sillok jiriji, 1454) menciona los tallos de juncia pelados como especialidad regional enviada al palacio real desde una localidad del actual Ganghwa, un condado insular al oeste de Gimpo. El suelo y el clima apropiados de esta región la convirtieron en lugar óptimo para el cultivo de juncia. Las esteras de juncia se producían en casi todos los hogares de la isla de Gyodong, en el condado de Ganghwa, pero esta artesanía remitió rápidamente cuando comenzaron a importar alternativas baratas en la década de 1980. Actualmente, solo un puñado de artesanos preserva el legado del trenzado tradicional de esteras de juncia.

Habilidades y concentración supremas

Hur Sung-ja no comenzó profesionalmente como artesana tradicional hasta los 30 años. Su trabajo es aclamado por aplicar técnicas expresivas originales a un diseño moderno.

El proceso de tejido de juncia consta de dos etapas: preparación de los tallos y trenzado. Las plantas de juncia se cosechan en julio y agosto y se procesan en invierno. Los tallos se empapan en agua y se secan repetidamente hasta que la piel quede suave y duradera, teñida de un color blanco roto y blanqueada por el tono azulado peculiar de esta planta. Después, los tallos a usar para crear coloridos diseños se hierven en agua mezclada con tintes y luego se secan nuevamente. Los tallos se clasifican por grosor y se almacenan para su uso.

Después comienza realmente el trenzado, bien con herramientas o totalmente a mano. Las esteras grandes como hwamunseok se tejen con herramientas: un telar con dos filas de cuerdas, cada una con un peso añadido que cuelga a cada lado del bastidor superior del telar. Los hilos de juncia se colocan en la parte superior del bastidor uno cada vez, y cada fila de cuerdas pesadas se cruza hacia el otro lado del bastidor para asegurar el hilo en su lugar.

Tejer artículos más pequeños como esteras para sentarse, cestas y contenedores se hace principalmente a mano, y requiere avanzadas técnicas y delicadas habilidades. El primer paso es preparar hilos de urdimbre con dos tiras de tallos de juncia finamente divididos y retorcidos en el sentido de las agujas del reloj. Los hilos de trama no se retuercen, pero deben ser de distinto grosor para dar forma al producto y tejer patrones.

Para crear objetos como estuches y cestas primero se trenza una pequeña estera circular y, luego se elevan los lados a lo largo de la circunferencia. Los lados se hacen igual pero precisan habilidad y experiencia para quedar curvados correctamente. Es importante mantener la tensión precisa al tejer los hilos, aunque se usan tramas de varios tamaños. Al requerir de gran habilidad y concentración, el trenzado de juncia está designado como Patrimonio Cultural Inmaterial Nacional, y reconocido como oficio de maestros artesanos.

Interesada, motivada y talentosa

Hur Sung-ja nació y creció en la isla de Ganghwa. La juncia estaba por toda la isla y, cuando era niña jugaba con ella cuando sus padres tejían hwamunseok, como segundo empleo, como cualquier otra familia a su alrededor. Observando a su madre tejer aprendió técnicas simples, pero en 2005, con más de treinta años, casada y con hijos, fue cuando comenzó a tomarse en serio este oficio tradicional.

“Comencé a trabajar en el Centro Cultural Hwamunseok cuando abrió en mi vecindario”, explica Hur. “Previamente pensaba que este oficio consistía en tejer esteras acolchadas para el suelo y esteras para sentarse, pero allí, aprendí sus diferentes aplicaciones para el hogar. Me absorbía tanto que después del trabajo me ponía a trenzar tras acostar a mis hijos”.

Al hacer lo que amaba para ganarse la vida, sus habilidades mejoraron rápidamente. Hur presentó sus obras a varios concursos, incluida la Exposición Conjunta de Cestería Corea-Japón 2009, en el Museo de Arte Hanbyeogwon en Seúl. Al ganar el Mejor Premio del Concurso de Artesanías Ganghwa 2011 comenzó a lograr reconocimiento como artesana del trenzado de juncia. Ese mismo año obtuvo el Gran Premio en el Concurso de Artesanía de Incheon y el Premio de Gestión de Pymes del Concurso de Artesanía de Corea.

“Tuve la suerte de ganar esos premios. Envié mis trabajos a expertos aunque los hice para disfrute personal. Pero los premios pueden motivarte a trabajar más arduamente, ¿no?”.

Haciendo lo que amaba Hur obtuvo logros. Se convirtió en aprendiz del Patrimonio Cultural Inmaterial Nacional en 2012 y, luego en aprendiz certificada en 2017. Poco después renunció a su trabajo en el Centro Cultural y se dedicó por completo al arte del trenzado de juncia.

“Soy la más joven de los aprendices certificados. Hay ancianos altamente experimentados que llevan mucho tiempo, pero yo quiero probar algo nuevo. Esta es una tradición secular, pero eso no implica usar diseños tradicionales. Por tanto, he buscado inspiración en otras artes y artesanías, leyendo libros y viendo exposiciones”, comenta.

Hur ha intentado aportar sensibilidades modernas a su trabajo limitando los aspectos decorativos, adoptando los patrones de líneas rectas y trenzados que ahora caracterizan su estilo. La estantería de su taller está repleta de libros de diseño que reflejan su esfuerzo.

Entre arte y artesanía

Como toque final, Hur Sung-ja golpea el interior de la caja tejida con un martillo de madera, creando una superficie uniforme.

Un año de colaboración entre Hur Sung-ja y los diseñadores Cho Kyu-hyung y Choi Jung-you, de Studio Word, permitió ampliar los formatos tradicionales y crear objetos de diversas formas.
Cortesía de Studio Word

“El Sistema de Certificación de Artesanías Tradicionales busca apoyar a los aprendices certificados del Patrimonio Cultural Inmaterial Nacional. En 2020, solicité apoyo con mi estera floral para sentarse. Cho Kyu-hyung y Choi Jung-you, jueces y asesores de la Sociedad de Preservación del Patrimonio Coreano YÉOL, al ver mi trabajo me propusieron colaborar. Eso fue un punto de inflexión y me permitió trenzar juncia de formas imposibles con técnicas convencionales”, detalla Hur.

Usando modelos de madera logró objetos de formas variadas, más allá de esteras planas y cilindros, ampliando las funciones, uno de sus clásicos objetivos. Al introducir nuevas posibilidades, Hur fue reconocida en la escena artesanal y designada como Artesana del Año de YÉOL en 2021.

Aunque ese proyecto enriqueció la creatividad y la filosofía de su oficio, la Exposición de Artesanías Coreanas de la Semana del Diseño de Milán 2022 sirvió para divulgar su trabajo. Para el 10º aniversario de la Exposición de Artesanías Coreanas, hicieron un evento entre diseñadores italianos y coreanos. Hur trabajó con el diseñador italiano Francesco Faccin en un conjunto de obras muy aclamadas con trenzado de juncia, incluido un objeto inspirado en el gat (sombrero tradicional de crin de caballo) como motivo, sillas y pantallas para lámparas.

“Prefiero que no me llamen ‘artesana’ pues no tengo suficiente experiencia. Creo que un artesano es alguien que domina sus habilidades tras muchos años de larga y dolorosa perseverancia. Pero yo disfruto mucho con este trabajo, tanto ahora como hace veinte años. No puedes hacer todo por ti misma de principio a fin si no disfrutas del trabajo. Por eso prefiero que me llamen artífice y no artesana”.

Producido en colaboración con el diseñador italiano Francesco Faccin, este objeto inspirado en el gat, sombrero tradicional de crin de caballo, se exhibió en la Exposición de Artesanía Coreana de la Semana del Diseño de Milán 2022.

Lee Gi-sook Escritora independiente
Lee Min-heeFotógrafo

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