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Interview

2022 SUMMER

Minando el lado oscuro del capitalismo

Los críticos elogian el perspicaz uso de metáforas y alegorías de la autora Yun Ko-eun. Sus galardonadas novelas destacan por animadas escenas, interesantes personajes y una versión agudamente satírica de los escollos de la vida diaria en una sociedad capitalista. En un espacio del Sistema de Radio Educativa de Corea, donde presenta un programa diario, comparte sus motivaciones.

“The Disaster Tourist”, una versión satírica de la sociedad capitalista y segunda novela de Yun Ko-eun, recibió el año pasado el premio CWA Dagger a la “Mejor Traducción de Novela Policíaca”, de la “Asociación de Escritores de Crimen” de Inglaterra.
Cortesía de Yun Ko-eun

Desde su debut en 2003, la autora Yun Ko-eun ha publicado cuatro colecciones de cuentos y cuatro novelas. La traducción de su segunda novela, “The Disaster Tourist” (2013), obtuvo el premio en la categoría de suspense de CWA Dagger, la Asociación de Escritores de Crimen de Inglaterra. Yun es la primera persona asiática en recibir este premio. La novela satiriza los despiadados mecanismos de la sociedad capitalista. Sus personajes viajan a zonas afectadas por desastres, donde refuerzan su sentido de seguridad y protección. CWA aludió a la novela como “un thriller ecológico tremendamente entretenido de Corea del Sur que, con humor mordaz, pone al descubierto los peligros del capitalismo superdesarrollado”.

Yun debutó en 2003 cuando iba a la Universidad de Donguk con un premio literario para estudiantes universitarios de la Fundación Daesan. Su primera novela, “Weightless Syndrome”, publicada en 2008, ganó el Premio Literario Hankyoreh.

 

¿Qué inspiró la idea del “turismo de desastres”?
Hace unos diez años, cuando escribía el libro, nunca imaginé que veríamos una enfermedad infecciosa (como el COVID-19) barrer el mundo, ni que todos se vacunarían. Entonces me interesaba el turismo, y pensé que no había muchos lugares en el mundo totalmente libres de desastres naturales, conflictos o algún grado de terrorismo. Los detalles difieren, pero casi todos los destinos lidiaban con algún tipo de desastre.

Cuando empezaba a escribir esta novela, me encontré viendo el Gran Terremoto del este de Japón y cómo el tsunami arrasó todo a su paso. Sentí que “el desastre” seguía intentando hablarme. Hallé el hilo de la historia al contemplar la psicología de esas personas que realizan giras de desastres: primero conmoción, luego simpatía y compasión y, quizá después, incomodidad, seguida de gratitud por mi propia vida y tal vez un sentido del deber, una lección aprendida, o hasta una sensación de superioridad por sobrevivir a la experiencia en cuestión.

¿Cree que los “viajes de desastres” llegan con el capitalismo?
Sí. Desde siempre todos mis libros consideran a todos una eventual pieza de la maquinaria capitalista. Al margen de lo importante que pueda sentirme, podría desaparecer sin dejar rastro, sin mayor consecuencia, y eso hace que mi propia existencia sea tan reemplazable como un cepillo de dientes o un vaso: ese rasgo vital es inherente a un mundo profundamente capitalista.

Su novela fue definida como “thriller ecológico feminista”.
Sí, eso fue interesante. No me gustan las distinciones entre “ficción literaria” y “ficción de género”, etc. Creo que esas agrupaciones tienen muy poco significado real. No pienso en el género cuando escribo, y tampoco gasto mucha energía en catalogaciones tras publicar mis libros.

La respuesta fue fuerte. ¿Por qué?
Creo que para muchos lectores, el esqueleto de la historia (sobre la brutalidad del capitalismo) pulsó una fibra sensible similar a la que tocó “Squid Game”, la serie de Netflix: la profunda sensación de horror de no importar cuánto trabajes tu destino en la vida, pues quizá no puedas evitar la catástrofe. Creo que muchos se identificaron profundamente con esto. De hecho, ese miedo probablemente sea mucho más latente ahora que hace diez años, cuando escribí la novela.

¿Hay algún hilo común entre las obras coreanas actuales?
Creo que la palabra clave sería “supervivencia”. Vivimos un momento donde nuestra obsesión por ser parte de la sociedad, por no quedar excluidos o aislados, ha superado nuestra consideración de lo que realmente importa y tiene valor en nuestras vidas particulares. Por eso obras como “Squid Game” o “Parasite”, que obtuvo un Premio de la Academia, se consideran “comedias negras”.

“Library Runway”, novela publicada en 2021 (izda.), y “If Pyeongynag is in the Blue Marble”, son de una colección de cuentos de 2019.
© Hyundae Munhak, Munhakdongne

Sobre su novela “Library Runway”: ¿por qué una biblioteca?
Siempre que voy a una biblioteca y camino entre los estantes me siento realmente bien. Es como si esos innumerables libros fueran mi audiencia mientras camino por los pasillos. Cuando están cerrados, los libros no ocupan mucho espacio, pero al abrirlos, contienen innumerables pensamientos. Cuando pienso en cómo me miran siento que, después de todo, quizá sea un buen modelo.

El libro menciona la idea del “seguro de matrimonio seguro”. ¿Cuál es su intención?
Exploraba la motivación de un vínculo donde dos personas que podrían estar solas eligen estar juntas. Decir que la sociedad se sustenta sobre la institución del matrimonio resulta grandilocuente. Más bien, el núcleo de cualquier matrimonio es que dos personas acuerdan emprender una aventura juntos. Y las condiciones deben permitir a ambos elegir libremente los términos.

A menudo usa imaginativas e ingeniosas premisas en sus historias.
En resumen, me interesan las “estructuras inestables”. Busco indagar bajo este terreno inestable que pisamos. Disfruto de los elementos extravagantes que despiertan la curiosidad de mis lectores, claro, pero lo que deseo enfatizar no es tan brillante o divertido. Puede parecer que el suelo bajo nuestros pies ahora es firme, pero algo en mí siente que todo podría ceder en cualquier momento. Supongo que podría contar esto en un tono serio, pero prefiero encubrirlo con mi propio estilo.

Muchos escritores tratan el tema de los viajes. ¿Viaja a menudo?
Viajo siempre que puedo, aunque sean viajes breves. Me gusta el viaje en sí, claro, pero también disfruto al planificarlo. Mi parte favorita es elegir los lugares para hospedarme. Paso tanto tiempo investigando en línea que, cuando llego al hotel y miro el entorno, me resulta tan familiar como si ya hubiera estado allí. En mi relato corto “Si el mármol azul incluyera a Pyeongyang”, hay un incidente sobre una reserva de hospedaje. [Blue Marble es un juego de mesa coreano similar al Monopoly].

 

¿Impactan sus viajes en su escritura?
Sí, mucho. No hace falta que sea un viaje internacional. Hay mucho para ver y experimentar en una escapada por el país, y hasta en una excursión al barrio de al lado. Algo más que los cruces peatonales y los letreros de las tiendas que ves a diario: solo ver algo nuevo es estimulante en sí. Por supuesto, cuanto más lejano sea un destino, tiende a ser más desconocido y peligroso, y eso implica más exposición y estímulos.

¿Su programa de radio también influye en su escritura?
Mi programa presenta nuevos libros a los oyentes, y termino leyendo una amplia gama de libros de diferentes géneros que disfruto. No es muy distinto a viajar, pues encontrarme con libros que quizá no elegiría para mí puede traer resultados inesperados. También nos comunicamos con los oyentes en tiempo real, mediante comentarios en línea. En cierto modo, el estudio puede ser como una estación técnica en el espacio exterior. Cuando cierras esa puerta gruesa e insonorizada y estás allí solo, con la música fluyendo, es como si las ondas de radio fueran a la deriva por el cosmos.

¿En qué trabaja ahora?
Estoy en el proceso de serializar una novela en una revista: se llama “Obras de arte en llamas”. El personaje principal, un pintor, recibe apoyo creativo de una fundación. El presidente de esa fundación es “Robert”, un perro genio con una sensibilidad artística increíble y una enorme herencia millonaria. Robert critica las múltiples debilidades de los humanos y emite una completa perorata sobre lo que hace al arte ser real o falso. Quería satirizar las ideas y estructuras del mundo del arte estableciendo este contrato, donde el perro tiene todo el poder y el humano debe someterse. Saldrá a principios del próximo año.

¿Algún comentario para sus lectores extranjeros?
Hay personas que publican reseñas en Instagram, que se toman la molestia de identificarme con hashtags y me hacen preguntas directas. A veces, los lectores incluso toman fotos de mis libros y me las envían. Me encanta poder tener este tipo de comunicación directa. Espero que perdure.

Cho Yong-ho UPI News, reportero de cultura
Heo Dong-wuk Fotógrafo

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