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2024 SUMMER

Dancheong: un mundo reinventado

Dancheong, el arte tradicional coreano de decorar edificios con intrincados dibujos, se ha usado desde la antigüedad para preservar las estructuras de madera. Comenzó con la llegada del budismo en el siglo IV y continúa hasta hoy. La artista y artesana de dancheong Park Geun-deuk lleva veinte años dedicada a la restauración del patrimonio cultural y reinterpreta los motivos y diseños del arte tradicional con su estilo singular.

Cortesía de Park Geun-deok

El esplendor de los palacios y los templos budistas coreanos deriva de los vibrantes colores y diseños del dancheong. Esta pintura decorativa servía inicialmente para proteger las estructuras de madera vulnerables a las cambiantes condiciones climáticas, mejorando su durabilidad al protegerlas del calor, del frío y de la humedad, entre otras cosas. También se usaba para indicar la jerarquía arquitectónica con diferentes combinaciones de colores, que representaban la autoridad del poder real, la santidad religiosa y otros valores.

Como explica Park, “dancheong es como la vestimenta de los edificios. Igual que difiere el atuendo de reyes y cortesanos, lo hace el colorido ornamental según la finalidad o importancia del edificio”.

Reflejo de la influencia del budismo, el dancheong puede verse en Corea y otros países de herencia budista como China, Japón y Mongolia, aunque su estilo varía de un país a otro. En Japón es principalmente rojo y en China predominantemente azul y verde. En Corea, en cambio, los edificios se adornan con obangsaek, los colores de las cinco direcciones -azul, rojo, blanco, negro y amarillo-, que representan al Este, Oeste, Sur, Norte y centro, respectivamente, siguiendo la teoría del eumyangeohaeng, el yin y el yang, y de los cinco elementos: metal, madera, fuego, agua y tierra. La pintura enfatiza el contraste entre colores complementarios, alternando tonos cálidos y fríos con brillantes y oscuros, lo que ayuda a maximizar su vivacidad.

Park Geun-deok se comprometió a presentar su trabajo públicamente desde su primera exposición individual en 2022, logrando elogios por su moderna reinterpretación del dancheong. Además de los motivos clásicos de esta forma de arte tradicional, a Park le gusta pintar flores silvestres y otros objetos cotidianos de su entorno.

Combinar Diseños Y Colores

El proceso de pintar los edificios comienza con la obtención de una superficie uniforme. Los huecos o agujeros de la madera se rellenan y alisan con papel de lija, y luego se aplica dos o más veces agyo, un pegamento tradicional hecho de piel de vaca. A continuación, se da una capa base de pigmento natural, como celadonita u ocre rojo. Se dibuja un diseño en papel y se perforan los contornos con una aguja a intervalos regulares. Después el papel se coloca sobre la superficie de madera a decorar y se golpea con una bolsa llena de polvo de concha para copiar los patrones en la madera. Una vez preparados los colores, se aplican según el diseño, se retira el polvo de concha y se unta aceite de linaza para el acabado.

El dancheong puede dividirse en cuatro estilos de complejidad creciente. El más sencillo es un único color básico sin motivos. Se usa en edificios públicos de menor importancia y casas privadas, o en edificios palaciegos del más alto rango para expresar solemnidad. Un ejemplo es Jongmyo, el santuario ancestral real de la Dinastía Joseon (1392-1910). El segundo estilo es un único color base con ciertas líneas en los bordes. Se emplea para decorar edificios secundarios, como santuarios ancestrales en templos e instituciones confucianas, para crear una atmósfera de formalidad. El tercero presenta motivos en ambos extremos de las vigas, dejando el centro con un color base. Es muy usado edificios auxiliares de templos, salas de palacio, aulas de las academias confucianas y pabellones. Sus patrones se denominan meoricho o de extremo de viga, y su complejidad depende de la prominencia del edificio. El último y más elaborado, muy usado en las salas principales de los templos budistas, cubre toda la superficie de madera con intrincados diseños para maximizar su esplendor.

El pigmento natural verde es el material más usado en dancheong. Todos los pigmentos se muelen en un mortero y luego se cuelan con un tamiz antes de usarlos. Cuanto más finas son las partículas, menor es la saturación.

“Los Anales de la Dinastía Joseon, una vasta colección de registros de asuntos de Estado, menciona a los eruditos confucianos solicitando prohibir el uso de pintura ornamental en casas privadas. El dancheong se consideraba tan lujoso que ni siquiera los palacios reales se decoraban con el estilo más elaborado, en parte por la influencia del confucianismo que enfatizaba la modestia, pero también porque las materias primas de la pintura eran, y siguen siendo, minerales muy caros”, explica Park.

El motivo dancheong más común es yeonhwa meoricho, un diseño de loto en el extremo de una viga con flores de loto, granadas y flores verdes. A menudo se ve en edificios auxiliares de templos budistas y palacios reales, instituciones educativas confucianas, como hyanggyo (escuelas públicas) o seowon (academias privadas), y otras estructuras comunes.

“También uso mucho este motivo en mi trabajo”, asegura Park. A veces al estilo tradicional y otras sustituyendo la flor de loto del centro por flores silvestres locales, como el diente de león coreano o la hierba de Thunberg”.

Park tiñe de forma natural lienzos de tela hechos de ramio, seda y cáñamo. La estructura tejida de la tela dificulta generar tonos de color precisos en el primer intento, por lo que se sumerge en tintes y se seca repetidamente hasta obtener el resultado deseado.

Tradición con Aplicaciones Creativas

Park celebró su primera exposición individual, Goldgarden, en GALLERY IS en 2022. Desde entonces ha sido elogiada por sus originales reinterpretaciones del dancheong, que ha presentado en exposiciones anuales. El año pasado ganó el gran premio del Concurso de Pintura Budista y Folclórica organizado por la Galería Hanok, y fue reconocida por sus pinturas de motivos de flora y fauna en otra exposición donde participó por invitación During the Colorful: The Innocent Elephant, celebrada en la Galería Moo Woo Soo.

Park expuso obras inspiradas en dancheong sobre un elefante adornado con un tocado en forma de flores de loto y diente de león, y una ballena similar a las de los petroglifos prehistóricos de Bangudae en Daegok-ri, un pueblo de Ulsan. También sorprendió con otras pinturas como unos fénix de alas como olas del océano en vez de llamas, peces con plantas autóctonas en peligro de extinción, o rábanos y zanahorias originarios de la isla de Jeju exquisitamente representados en tela de seda.

“Tradicionalmente, los motivos más populares de dancheong son lotos, peonías y otras flores de significado simbólico. Pero en mis proyectos personales creo diseños basados en mis flores favoritas, o en hierbas silvestres comunes en el entorno. Los diseños tradicionales tienen motivos interconectados, pero yo tiendo a desentrañarlos y a combinarlos a mi manera. Experimentar así me divierte mucho”, explica Park.

También afirma que trabajar en pinturas originales le da una sensación de libertad, especialmente cuando se siente constreñida por la rigurosa tarea de restaurar patrimonio cultural, sin margen de error.

“Los sitios de patrimonio cultural suelen estar situados en lugares pintorescos. Pasear por la naturaleza lejos del lugar de trabajo es realmente relajante. Mis ojos se sienten atraídos por todo y hasta una brizna de hierba, piedras o diminutos pétalos de flores nunca pasan desapercibidos. Al verlos de cerca, comprendo que cada uno de esos objetos naturales encierra un mundo propio. Empecé con proyectos personales para usar las imágenes de esos momentos en mis patrones”.

Jardín Dorado - Fénix. 2018. Acrílico sobre lienzo. 40×26cm.
El fénix es una criatura mítica que según la creencia se aparece en tiempos de paz. El artista representa sus alas usando patrones de ondas.
Cortesía de Park Geun-deok

Fuente De Inspiración

Como ingeniera de restauración del patrimonio cultural, Park dirige y supervisa las obras de los técnicos, predominantemente hombres. En 1999 se matriculó en la Universidad de Dongguk para estudiar arte budista. Nada más graduarse comenzó a restaurar patrimonio cultural y, desde que obtuvo su licencia en 2022, también ha supervisado las pinturas dancheong en varios lugares.

“Aprendí la base de mi trabajo desde cero en los lugares de las obras, pero sentía que mis conocimientos eran limitados. Así que fui a una escuela de posgrado y obtuve el título de artesano dancheong. La mayoría de los artesanos que han aprendido el oficio mediante el aprendizaje son reacios a aceptar universitarios. Al ver a un recién llegado empiezan a preguntarle: «¿Para quién has trabajado?» o «¿Con qué maestro has estudiado?». Y según qué patrones o cho de un maestro hayas usado para tu formación, automáticamente te adscriben a una escuela determinada. A veces eso me agobiaba, pero ahora tengo una amplia red que me permite aprender diversas técnicas y habilidades al trabajar en muchos sitios distintos”, comenta Park.

Como la mayoría de los proyectos de restauración de patrimonio son encargos gubernamentales, todos los procesos deben respetar estrictamente los planos del diseño. Si ocasionalmente detecta un error de diseño en el lugar de la restauración, debe mediar entre el cliente y el lugar para revisar o recrear el diseño.

Jardín Dorado VII – 20190421. 2022. Pigmentos y dorado sobre tela de algodón teñida al natural. 116,8×72,8cm.
Orejas y nariz de elefante repletas de patrones dancheong clásicos usados en palacios y templos. Se inspira en los elefantes que vio el artista durante un viaje a Sri Lanka.
Cortesía de Park Geun-deok

“Al preparar los colores, por ejemplo, hay manuales que parecen libros de texto de otros géneros como pintura y dorado, hasta la proporción de pigmentos y de cola. Sin embargo, dancheong se basa más en una amplia experiencia, pues hay que considerar muchas condiciones, como la ubicación del edificio o el clima”. Park detalla que dancheong requiere un amplio conjunto de habilidades que incluyen pintura, caligrafía, dibujo y artesanía. Esto fue lo que más le atrajo de este arte.

“El trabajo de un artesano dancheong incluye reparar murales budistas que suelen estar en templos. En su mayoría son pinturas de escenas sagradas, pero también muestran paisajes, palabras en sánscrito, dioses de las montañas con tigres y otras imágenes. Por eso el artesano debe tener un amplio conocimiento del arte budista, caligrafía, murales religiosos, pinturas de flores y pájaros, pinturas al agua, etc.”.

Park se emociona cada vez que contempla las pinceladas que la gente del pasado dejó en edificios antiguos. Su trabajo le genera auténtica felicidad, que su vez es la fuente de su inspiración y creatividad.

Lee Gi-sook Escritora
Lee Min-hee Fotógrafo

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