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2023 SUMMER

Jardines de palacio: estética sembrada de filosofía

Entre los rascacielos del centro de Seúl, los antiguos palacios de la dinastía Joseon alivian del ajetreo y el bullicio de la ciudad. Estos íconos arquitectónicos no son solo refugios verdes, sino una ventana a una antigua visión filosófica de la naturaleza.

En el Pabellón Gyeonghoeru del Palacio Gyeongbok los reyes recibían a los enviados y cenaban con sus asesores. El fuego destruyó el pabellón original y la reconstrucción se completó en 1867. Tiene pilares exteriores de forma cuadrada e interiores de forma circular pues, según la creencia tradicional, el cielo era redondo y la tierra cuadrada.
© gettyimagesKOREA


Tras cruzar el umbral de cualquier antiguo palacio coreano hay un puente de piedra sobre un arroyo artificial llamado Geumcheon, que literalmente significa “corriente prohibida”. Su agua clara fluye entre la puerta principal y la interior del palacio, como guiño a los principios de la antigua geomancia o pungsu. Entonces creían que una casa con montañas en la parte trasera y agua enfrente alejaría a los malos espíritus y aseguraría un futuro auspicioso. El arroyo también servía para recordar a los visitantes que debían abandonar las costumbres mundanas y mantener la dignidad en palacio.

Sobre el extremo norte del estanque Buyong, en el Jardín Secreto del Palacio Changdeok, se eleva Juhamnu, un pabellón de dos pisos que el rey Jeongjo (r. 1776–1800) usaba para estudiar y relajarse.
© Administración del Patrimonio Cultural de Corea

El entorno de Geumcheon avanza lo que está por venir. Animales auspiciosos esculpidos a lo largo del puente, y gran variedad de árboles que brindan sombra y color. Ciruelos, cerezos y albaricoques estallan con matices brillantes en primavera y dan frutos tras el verano.

La parte central del palacio es donde el rey y sus funcionarios dirigían los asuntos de estado y recibían a los visitantes. La zona es austera. No hay nada llamativo salvo la montaña que asoma en la parte de atrás.



Diseño único

Los jardines de palacio de la dinastía Joseon encarnan el ideal paisajístico de la época, su belleza arraigada en la simplicidad del diseño y el respeto por la naturaleza. Los estanques tienen forma rectangular y los macizos de flores se adhieren al terreno, mezclándose con el paisaje natural. En comparación con otros jardines tradicionales del este de Asia, podría decirse que carecen de elementos distintivos. No son fáciles de identificar a simple vista, como los jardines privados en Suzhou, China, donde rocas de formas extrañas contra unas paredes blancas recuerdan paisajes naturales en miniatura, o los jardines de Kioto, Japón, donde la arena y las piedras simbolizan el agua y las montañas.



El Puente Okcheon es el primer elemento que hallamos al entrar al Palacio Changgyeong. Como puerta de entrada al recinto real, sirve para recordar a los visitantes que deben mantener la compostura en palacio.
© Administración del Patrimonio Cultural de Corea



El elemento singular de los jardines palaciegos coreanos tradicionales es su inexactitud. Los jardines coreanos tradicionales no pretenden reproducir modelos en miniatura. Son interpretaciones más que representaciones. Su esencia no es la naturaleza tal y como aparece en la superficie, sino los principios éticos ocultos en ella. Si la función de la jardinería como arte radica en expandir la mente, la jardinería coreana redescubre la naturaleza en su estado original mediante una mínima intervención.

Perfecta armonía

El jardín tradicional de palacio más antiguo y relativamente bien conservado está en el corazón de Seúl, en el Palacio Gyeongbok. Creado en 1412 por el rey Taejong (r. 1400–1418), se considera el jardín por excelencia de la era Joseon. Situado en una vasta área plana al oeste de los dormitorios reales, incluye un estanque rectangular y rodea a Gyeonghoeru, un inmenso pabellón dentro del estanque. Sus elementos se combinan para proyectar una impresionante belleza geométrica.



El pabellón hexagonal Hyangwonjeong era un lugar de descanso para el rey y la familia real. Se cree que data de la segunda mitad del siglo XIX, pues incluía el sistema tradicional coreano de calefacción por suelo radiante (ondol), pero no fue descubierto hasta hace poco, durante unos trabajos de restauración.
© Administración del Patrimonio Cultural de Corea



El pabellón es la mayor estructura de este tipo de la dinastía Joseon. Ofrece una vista del monte Bugak, el “monte guardián” justo tras el palacio, y los techos curvos de tejas de sus edificios generan la ilusión de olas ondulantes. De pie sobre el imponente pabellón, los gobernantes de Joseon recordarían sus deberes para con la tierra bajo sus pies.

Las oficinas del gobierno regional y los aristócratas tomaron nota. El jardín del Palacio Gyeongbok siguió siendo un modelo durante cientos de años, influyendo en el estilo y la estética de los jardines públicos y privados de todo el país.

Próximo, el jardín trasero del Palacio Changdeok ofrece una elegancia natural gracias a su topografía montañosa. Junto con los edificios residenciales y de oficinas del palacio, genera una perfecta armonía de belleza arquitectónica, paisajística y natural.

El jardín en la parte trasera del recinto del palacio comenzó a construirse en el siglo XVII. El trabajo fue lento y pensado, con gradual incorporación de elementos naturales. Además de las colinas incluye barrancos, arroyos, árboles, rocas y manantiales.

Al entrar al jardín del Palacio Changdeok, el primer espacio que espera a los visitantes es la zona que envuelve a Juhamnu, un pabellón en lo alto de un terreno montañoso. Desde abajo, su estructura de varios pisos puede admirarse en todo su esplendor, y desde arriba, ofrece vistas al estanque. Una larga escalera conecta el pabellón con el estanque. El área de Jondeokjeong presenta un estanque irregular y varios pabellones de diversas formas, edificados justo al borde del agua.

En la zona que rodea Ongnyucheon, un arroyo en la parte más interna del jardín, tallaron rocas anchas para conformar el paisaje, y construyeron muchos pabellones pequeños para sentarse y disfrutar tranquilamente de las vistas. El bosque que alberga estos pabellones es de una belleza indeible. Hojas tiernas y bonitas flores en primavera, agradable sombra en verano, colorido follaje en otoño y soledad cubierta de nieve en invierno: el bosque cautiva durante todo el año.

Respeto por la naturaleza

El Gran Invernadero del Palacio Changgyeong, construido en 1909, fue el primer edificio de estilo occidental de este tipo en Corea. Se convirtió en atracción popular por sus muchas plantas tropicales y una flora poco común en Corea.
© Administración del Patrimonio Cultural de Corea

Los palacios reales de Joseon también tienen jardines más pequeños dispersos por todo el terreno, adyacentes a los espacios habitables. Los principales ejemplos son Amisan, detrás de Gyotaejeon, la vivienda de la reina en el Palacio Gyeongbok, o el jardín detrás de Daejojeon, la vivienda de la reina en el Palacio Changdeok. Ambos jardines consisten en macizos de flores en terrazas. Contenían gran variedad de flores y otras plantas que cambiaban con las estaciones, además de chimeneas elaboradamente adornadas y rocas ornamentales.

Otros ejemplos incluirían los gloriosos jardines del Palacio Geoncheong, la residencia real separada del Palacio Gyeongbok, y Nakseonjae, un complejo residencial del Palacio Changdeok. Como el Palacio Geongcheong sirvió básicamente como lugar de esparcimiento para el rey y la reina, su entorno incluye un jardín y un gran estanque con un islote y un pabellón hexagonal de dos pisos en el centro. Cualquiera que cruce el puente para llegar al pabellón en verano comprenderá al instante qué inspiró su nombre, Hyangwonjeong, que significa “pabellón entre aroma de flores de loto”. El jardín que rodea a Nakseonjae, en el Palacio de Changdeok, es igualmente famoso por su belleza. Una escalera que sube por los macizos de flores en las terrazas lleva a los visitantes a un pabellón con una vista despejada de los alrededores y a Manwolmun, una puerta con forma de luna llena.

Transformación y nuevo rol

Tras la caída de la dinastía Joseon, sus palacios se convirtieron en parques públicos y el enfoque tradicional paisajístico sufrió una gran transformación.

El Palacio Changgyeong, en Seúl, recibió un prematuro cambio de imagen. Durante el período dinástico, un espacio abierto en el interior del palacio servía para practicar tiro con arco y montar a caballo. El rey también usaba parte del terreno para cultivar. En 1909 crearon el Gran Invernadero en esa zona abierta. Fabricado de vidrio y acero, el invernadero de estilo occidental fue la primera estructura de este tipo en Corea. Lo precedía un jardín de parterre e instalaron un estanque complementario de forma circular, y no rectangular como los estanques tradicionales de Joseon.

Hoy día, los jardines del palacio siguen mostrando la belleza y la filosofía inherente al paisajismo tradicional coreano. Otrora estrictamente reservados al disfrute de la familia real, se han convertido en lugares de recreo para el público y en atracción para los turistas. Algunas zonas permanecen intactas, permitiendo rememorar el pasado e imaginar cómo la familia real disfrutaría de la flora, los bosques, los estanques y los pabellones del palacio.

Lim Han-solInvestigador Principal, Instituto de Planificación Ambiental. Univ. Nacional de Seúl

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