Durante la dinastía Joseon (1392-1910), la Gran Carretera Kyonghung era la única que conectaba Seúl y la zona fronteriza del noreste de la provincia de Hamgyong, en la actual Corea del Norte. Hoy queda poco de ese camino, pero sigue evocando recuerdos y emociones.
Desde Dream Forest, el cuarto mayor parque de Seúl, se ve un vecindario de residencias multifamiliares en la ladera. Los soldados norcoreanos en retirada cruzaron a pie el monte Opae, donde ahora se encuentra el parque, durante la Guerra de Corea.
“Kingdom,” una serie de zombis coreanos producida por Netflix, transporta al público mundial a la dinastía Joseon del siglo XVII. La batalla más sangrienta en la segunda temporada, lanzada en 2020, ocurre en Mungyeong Saejae (“Paso de Aves de Mungyeong”), un elevado paso de montaña en la Gran Carretera Yeongnam, que sirvió como fortaleza de defensa y conducto de relaciones culturales durante Joseon. Sin embargo, en abril de 1592, un comandante de Joseon confió demasiado en sus 8.000 efectivos de caballería y estableció un campamento en las llanuras bajo el paso, permitiendo a los invasores japoneses cruzar sin oposición. El rey Seonjo reconoció inmediatamente ese error táctico y, al comprender que corría grave peligro, huyó de su palacio temprano. En los siguientes tres días, las fuerzas japonesas se adueñaron de Hanyang, capital del reino y actual Seúl.
Parece que la escritora de la popular serie, Kim Eun-hee, tomó este doloroso recuerdo del histórico paso de montaña como catalizador del imaginario histórico: los supervivientes en “Kingdom” se esfuerzan desesperadamente por evitar que legiones de zombis lleguen a la ciudad capital. Por otra parte, los aficionados a la historia podrían comparar la valiente defensa con la última posición del sur contra las tropas del norte que atacan Seúl 358 años después. El camino crucial de esa “nueva guerra” fue la antigua Gran Carretera Kyonghung.
Puente sobre el río Tumen, conecta Corea del Norte y Rusia (vista desde la provincia china de Jilin). Este puente se cruza al viajar en tren desde la Zona Económica Especial Rason [Rajin-Sonbong] en Corea del Norte, hasta Khazan en Rusia. © Noticias Yonhap
Ruinas de un chasis de tren y un vagón de carga norcoreano bombardeado por las fuerzas de la ONU se exhiben en la estación Woljeong-ri. Es una importante atracción turística en el límite sur de la zona desmilitarizada que divide a las dos Coreas. La estación del condado de Cheorwon, provincia de Gangwon, dejó de operar desde la división. © Noticias Yonhap
Camino perdido
Los castillos son un hito importante en los dramas de época ambientados en Europa. Sus homólogos coreanos son las carreteras. Los caminos de montaña en mal estado y el reto de cruzarlos han sido siempre símbolo de dificultades o cambios en la fortuna nacional. La importancia histórica de Mungyeong Saejae se ve reforzada por su fascinante paisaje natural. Pero mientras que algunos de estos caminos son recordados como lugares históricos y pintorescos, otros casi han sido olvidados. Este viaje nos lleva por caminos que ni siquiera tienen letreros, y mucho menos cuidados parques o salas memoriales con placas explicativas.
Durante Joseon, cualquiera que viajara por tierra desde la frontera noreste de la nación hasta Seúl tomaría la Gran Carretera Kyonghung. Abarcaba más de 500 kilómetros, gran parte de ella abrazando la costa este. Hoy, el tramo de Corea del Sur es considerado un camino nacional histórico y su designación termina en la Zona Desmilitarizada, que separa las dos Coreas. Seguramente, muchos coreanos que viajaron por ese camino para huir del Norte antes o durante la Guerra de Corea (1950-53) nunca tuvieron la oportunidad de volver. Por tanto, este camino simboliza los deseos de alguien de regresar a su ciudad natal, el deseo de algunas personas de hallarse a sí mismos, o simplemente las esperanzas de otros de regresar a algo.
Comenzando desde el noreste y yendo hacia el sur, el camino cuenta una historia de coraje y heroicidad. En su libro de geografía Taengniji (“Guía ecológica de Corea”), Yi Jung-hwan, un fallecido erudito de Joseon silhak (“aprendizaje práctico”), describió a los habitantes de la región de Hamgyong como “fuertes y feroces”, rasgo que lograron al “vivir en un área que bordea una tierra de bárbaros”.
Durante las invasiones japonesas (1592-1598), Jeong Mun-bu, un funcionario de bajo nivel, reunió a 3.000 guerreros civiles y rechazó con éxito a unas 28.000 tropas enemigas a lo largo de este camino. Más tarde, el rey Sukjong (r. 1674-1720) erigió un monumento en la ciudad de Kilju para honrar su victoria. Pero durante la Guerra Ruso-Japonesa un general japonés lo envió al Santuario Yasukuni en Tokio. Atendiendo a una campaña de años por parte de los coreanos, Japón devolvió el monumento en 2005, un siglo después de que fuera robado. Al año siguiente, fue enviado de regreso a su lugar legítimo en Corea del Norte.
El río Tumen conforma la frontera noreste de la península coreana. Al otro lado del río se encuentra la ciudad fronteriza rusa de Khasan, tan cerca que parece poner al alcance a un puñado de rusos. Una pequeña bahía con varias lagunas ocupa la parte baja del río. Al sur de la bahía se encuentra la Zona Económica Especial de Rason [Rajin-Sonbong], la primera zona de libre comercio de Corea del Norte, y al este está el puerto de Seosura. Google Maps no muestra rastros de ese antiguo puerto, pero durante Joseon era el punto desde el que se emitía la primera señal de fuego para advertir de un ataque enemigo.
La Gran Carretera Kyonghung comenzaba en Seosura, pasaba a través de Kyonghung (más conocido como Gyeongheung, o actual Undok), y seguía el río Tumen hacia arriba durante un buen trecho. Luego atravesaba majestuosas montañas como un fino capilar, antes de girar hacia el sur y cruzar Chollyong, en la provincia de Gangwon. Chollyong es un sinuoso puerto de montaña. Explotando la topografía local, tanto las dinastías de Joseon como las previas dinastías de Goryeo mantuvieron un fuerte en este paso, que servía como “muro de contención” para defender la región noreste. La parte de la provincia de Hamgyong, al norte de este fuerte, se llamaba Gwanbuk, literalmente “al norte del paso de montaña”, y la zona al oeste se llamaba Gwanseo, que significa “al oeste del paso de montaña”. Pasado Chollyong, el camino conduce al famoso monte Kumgang (también Geumgang), o Montañas Diamante, en el sureste.
Más allá de ese punto es difícil discernir cualquier camino en Google Maps. Eso indica que la zona desmilitarizada está cerca. Al sur de la DMZ, el camino cruza las llanuras de Gimhwa hacia Pocheon, y sobre el paso de Chukseong va a la ciudad de Uijeongbu. Ahí es donde, de repente, los tres magníficos picos del monte Bukhan aparecen ante los ojos en la periferia norte de Seúl. El viaje en metro desde ahí hasta el centro de la ciudad dura unos 40 minutos.
Partir desde Seúl
Monumento y estatuas en honor a los soldados que participaron en la Batalla del paso Chukseong en Uijeongbu, durante la Guerra de Corea.
El punto de partida de la Gran Carretera Kyonghung era Dongdaemun, la puerta principal este en la antigua ciudad de Hanyang. Sin embargo, parece que los enviados de Jurchen preferían Hyehwamun, al norte, una de las cuatro puertas menores de la ciudad. Hyehwa significa “edificar por gracia” y se cree que aludía a la educación de los jurchens (antepasados del pueblo manchú). Para viajar al norte desde Hyehwamun a Uijeongbu, era necesario cruzar la colina Donam-dong, entre el monte Bukhan y Gaeun, el monte contiguo. Su nombre original era Doeneomi, que significa “colina cruzada por doenom”. Doenom era un término despectivo para los inmigrantes del noreste. En cierto momento, los Jurchens se convirtieron en los principales usuarios del camino gracias a Yi Seong-gye, posteriormente Rey Taejo (r. 1392-1398), fundador de Joseon.
El padre de Yi desempeñó un papel fundamental en la recuperación del noreste, que estuvo bajo control de Yuan aproximadamente un siglo, a finales de Goryeo. Yi heredó el poder y la posición de su padre y protegió a la región de constantes agresiones. Su amistosa relación con los Jurchens fue un activo diplomático que le ayudó a fundar Joseon. Cuando los llamados rebeldes del Turbante Rojo invadieron, Yi dirigió sus fuerzas en la Gran Carretera Kyonghung para proteger Gaegyeong, capital durante la era Goryeo y actual Kaesong, en Corea del Norte. En los últimos años, tras dejar el trono, Yi pasó el resto de su vida recorriendo una y otra vez ese camino.
Colina de la tristeza
Expansión de Miari Hill (1964). Entonces no había pasarela junto a la carretera, y los peatones tenían que esquivar los vehículos. © Gobierno Metropolitano de Seúl
Miari Hill es hoy una concurrida vía de tráfico que conecta el antiguo centro de Seúl con el noreste, a las afueras. En junio de 1950, las tropas norcoreanas cruzaron esta colina mientras avanzaban hacia Seúl.
La colina Donam-dong también era llamada colina Miari porque un había vecindario con ese nombre algo más allá. Hoy Donam-dong forma parte del distrito Seongbuk, en la sección centro-norte de Seúl. Antes de la expansión urbana tras la Guerra de Corea, esa zona quedaba a las afueras de la capital y fue un importante frente de batalla para defender Seúl durante la Guerra de Corea. Los soldados surcoreanos, expulsados por el Primer Cuerpo del Ejército Popular de Corea del Norte en la Batalla de Uijeongbu, lucharon hasta el final en el monte. Gaeun, intentando frenar el avance de los tanques del Norte.
La línea de defensa colapsó en las primeras horas del 28 de junio de 1950, tres días después de comenzar la invasión. Para entonces, sin saberlo las unidades surcoreanas en la colina Miari, los tanques norcoreanos ya habían llegado al centro de Seúl. La batalla despojó a la montaña de sus árboles y ahora, mucho tiempo después de olvidar el humo de las armas, un complejo de apartamentos domina las vistas en ese lugar.
Meses después de que la marea de la guerra cambiara, las fuerzas de la ONU utilizaron la Gran Carretera Kyonghung para perseguir al ejército norcoreano en retirada, adentrándose profundamente en el noreste hasta el principal puerto industrial de Chongjin, actual capital provincial de Hamgyong del Norte.
En 1956, tres años después de deponer las armas gracias al Acuerdo de Armisticio, la canción “Miari, colina de desgarradora tristeza” se convirtió en un éxito (ver página 7). Sin embargo, los locales prefirieron usar Donam-dong al triste nombre de colina Miari. De hecho, el actual proyecto del gobierno local para restaurar viejas carreteras y crear un sendero cultural, no refleja por ningún lado el nombre de “Miari”.
Parece que a todos los que viven allí les incómoda asociar su hogar con la imagen de un lugar donde hubo una tragedia nacional, inmortalizada en una línea de esa canción: “Tú - arrastrado con las manos atadas con alambre de púas”. Además, nadie sabe con certeza si esa persona arrastrada fue un derechista capturado y asesinado por las tropas del norte en retirada, o alguien que confió en el gobierno de Corea del Sur y permaneció en Seúl solo para ser ejecutado bajo acusación de pasar al lado enemigo. Tras recuperar la ciudad, unas 50.000 personas fueron arrestadas por dichos cargos y unas 160 fueron ejecutadas.
1Galería Sang Sang Tok Tok
2Teatro de artes de Miari
3Pueblo de adivinos de Miari
4Puerta Hyehwa
La línea de defensa colapsó en las primeras horas del 28 de junio de 1950, tres días después de comenzar la invasión. La batalla despojó a la montaña de sus árboles y ahora, mucho tiempo después de olvidar el humo de las armas, un complejo de apartamentos domina las vistas en ese lugar.
Recuerdos distantes
Dream Forest abrió en 2009, donde antes había un antiguo parque de atracciones. Cuenta con un observatorio de 50 metros de altura.
El mercado Jeil, Donam-dong, abrió en 1952 y fue renovado en la década de 1970. Aunque no es grande, este mercado tradicional tiene muchas tiendas antiguas. Es parte de la vida cotidiana de los residentes y una atracción turística.
La carretera nacional nº3 corre hacia el norte desde el cruce Mia, sobre la colina Suyuri y a lo largo del arroyo Jungnyang hasta Uijeongbu. Considerando que han ensanchado y desviado el camino varias veces durante las últimas décadas, se presume que sigue la misma ruta que la antigua Gran Carretera Kyonghung. Parte del trazado original en realidad permanece, a una manzana a la izquierda del cruce Banghak. Sorprendentemente, ese tramo de carretera con más de 500 años todavía opera hoy, pero no como sitio histórico, sino como parte de la vida cotidiana. Con unos 10 metros de ancho, recorre unos 3 kilómetros hasta el monte. En la estación de Dobong, la carretera está rodeada de tiendas y mercados de estilo tradicional, con la Escuela Intermedia del Norte de Seúl cerca de su punto medio. Los residentes atienden sus negocios entre la vida cotidiana: barren sus patios, compran y venden productos, etc. Aparentemente tienen poco interés en las maravillas, clamores y alegrías que ese camino presenció con el tiempo. Ocasionalmente se ven indicios históricos en las detalladas señales de carretera que conducen al Sendero Dobong, a las tumbas de los miembros de la realeza de Joseon y de otros hombres importantes.
La línea de tranvía abrió en 1939 y funcionó hasta 1968, creando la impresión de fin de una zona. Pero cuando Miari fue designada para desarrollar una nueva ciudad en 2002 como parte de un plan para equilibrar el crecimiento en Seúl, su historia cambió una vez más. La escala y la velocidad del desarrollo fueron grandes y la imagen común de Miari quedó anulada. Sin embargo, el observatorio de Dream Forest, uno de los lugares simbólicos de la zona, permite ver a la vez el pasado y el presente de Seúl.
El camino hacia el norte desde la estación de Uijeongbu se bifurca en dos direcciones. La carretera del noreste a la derecha es la Gran Carretera Kyonghung. Su primer tramo pasa por la línea de alto el fuego y se extiende hacia Corea del Norte, hasta el río Tumen. Me permite imaginar todo un archivo de viajeros: un joven noble y vanidoso en una mula adormecida que tropieza un momento; jóvenes sirvientes siguiéndoles con cargas sobre sus espaldas y ampollas en sus pies hacia un destino lejano; o un joven soldado portando un largo rifle sobre el hombro, cerrando la retaguardia y gritando una canción militar hasta quedarse sin voz. Me quedo allí un buen rato, solo mirando, incapaz de decidir qué dirección tomar.