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2019 SPRING

REPORTAJE ESPECIAL:El camino a la modernización - Corea a principios del siglo XX

La música pop florece en las profundidades de la desesperación

En Corea, la música popular comenzó a prosperar a principios del siglo XX, cuando los sellos discográficos extranjeros producían álbumes comerciales en el país y un creciente número de hogares disfrutaba del lujo de un fonógrafo. Dividida en cuatro géneros, jazz, cómica, nuevo folk y canciones populares, la música pop local en sus primeros tiempos reflejaba el ambiente social y la mentalidad pública de la época.

En 2018, lo más candente del panorama musical local fue BTS, que ha reescrito la historia de la música coreana y mundial al romper varios récords del sector. Su logro más notable fue incluir dos álbumes en la lista Billboard 200 el mismo año, el primero entre artistas coreanos y el segundo como álbum en idioma extranjero.

Es simplemente sorprendente que en los últimos años, BTS y otros artistas pop coreanos hayan logrado tan increíble popularidad en todo el mundo. Hace aproximadamente un siglo, cuando una forma nativa de música pop germinaba en aquellos que vivían entre la tristeza y la auto-desaprobación bajo el yugo colonial, ¿quién podría haber predicho algo así?

Partitura de “Arirang” publicada con el ensayo “Música vocal coreana” de Homer B. Hulbert, en el número de febrero de 1896 de The Korean Repository.

Fonógrafos y discos comerciales
La música popular, y de hecho el concepto de audiencia masiva, surgió al comienzo de los tiempos modernos de Corea. Eso no quiere decir que no hubiera canciones extremadamente populares en la Corea pre-moderna. Por ejemplo, Homer B. Hulbert, misionero y educador estadounidense cuyo amor por Corea es bien conocido, presentó la letra y la partitura del popular tema “Arirang” en un ensayo titulado “Música vocal de Corea”, publicado en el número de febrero de 1896 de The Korean Repository, la primera revista en inglés del país. En su artículo, Hulbert escribió: “Para el coreano medio, esta canción tiene el mismo lugar en la música que el arroz en la comida”. Aunque el “viejo Arirang” mencionado en ese artículo es una de las numerosas variaciones del tema popular, distinta del conocido “Bonjo Arirang”(Arirang estándar), queda claro cuán popular era entonces.

Aunque había canciones que gozaban de popularidad generalizada, incluso antes de la llegada de la música popular en el sentido actual, el hecho de que la música pop moderna se difundiera a través de los medios de comunicación y la industria discográfica, claramente la distingue de la música anterior. Dado que obtener beneficios es el objetivo final de los discos comerciales, la música pop es un producto al igual que una forma de arte. Por esta razón “Arirang” no fue catalogado como música pop en el artículo de Hulbert.

La industria de la música en Corea comenzó en 1907 cuando el sello musical estadounidense Columbia Records lanzó el primer disco comercial del país. Era un álbum de Han In-o, un famoso cantante de temas tradicionales de la región de Gyeonggi, y Choe Hong-mae, una gisaeng o artista femenina tradicional. Poco después, Victor Records entró en el mercado y comenzó a lanzar discos de artistas y cantantes famosos rápidamente, uno tras otro. Naturalmente, los fonógrafos desempeñaron un papel fundamental en la difusión de la música popular. Antes de que comenzara la radiodifusión en Corea, a fines de la década de 1920, los fonógrafos ya se habían introducido en la vida cotidiana de la clase alta, contribuyendo al desarrollo y popularización de la música.

“Quiet Listening” (1934) de Kim Ki-chang. Tinta y color sobre seda, 159 × 134.5 cm. Representa a una familia moderna de la década de 1930. La pintura engalanaba el bien decorado salón de un médico que vivía en el mismo barrio que el artista.

El auge del jazz
Como ocurre con la mayoría de los nuevos fenómenos culturales, la música pop coreana moderna fue resultado del encuentro de la cultura local con la extranjera, de su competencia y convivencia. Fue en gran parte un subproducto de tres principales corrientes: música tradicional coreana, música occidental y música japonesa. Aunque identificar la interacción entre estos elementos no es fácil, la prevalencia de uno de ellos ayudó a conformar un género en esa fase temprana.

En esa era se desarrollaron cuatro géneros de música pop: las llamadas canciones de jazz, las canciones cómicas (manyo), el nuevo folk (sinminyo) y las canciones populares (yuhaengga). Sus límites no eran claros al comienzo, pero desde 1930, cuando comenzó a crearse un verdadero mercado de la música pop, cada canción fue etiquetada en uno de esos géneros.

Las canciones de jazz de esa época diferían del concepto actual de jazz. Era un término que abarcaba casi toda la música pop occidental, incluido el pop latino y el jazz estándar. Los coreanos fueron expuestos por primera vez a la música e instrumentos occidentales mediante himnos cristianos y temas de bandas occidentales. A mediados de la década de 1920, la música occidental tuvo una influencia cada vez mayor en Corea, dando lugar al auge del jazz.

En 1926, Baek Myeong-gon, hijo de una familia adinerada de la región de Jeolla, llevó a un equipo de fútbol coreano a jugar un partido fuera de casa, a Shanghái. Entonces regresó con instrumentos de jazz y partituras y formó The Korean Jazz Band.

En la década de 1920, las canciones de jazz con letras que abogaban por la búsqueda del placer eran enormemente populares entre los jóvenes de las zonas urbanas de Gyeongseong (actual Seúl), más conocidos como “chicas modernas” y “chicos modernos”. El auge del jazz, fuertemente influenciado por películas y discos, no fue tan favorablemente acogido, en cambio. Un intelectual se burló del fenómeno y dijo: “Las niñas y los niños modernos solo mueven sus nalgas perdidos en una fantasía frívola”. Sin embargo, muchos de los músicos asociados a compañías discográficas se embarcaron seriamente a aprender auténtico jazz, emulando a los músicos de jazz occidentales.

El auge del jazz de finales de la década de 1920 allanó el camino al torrente de canciones de jazz que llegaría en la década de 1930. Al principio, en su mayoría eran adaptaciones de temas occidentales o japoneses, como por ejemplo “Dinah” (de Bing Crosby). Canciones originales como “Sueños jóvenes en la casa de café” (Dabang-ui pureun kkum) llegaron más tarde, desde mitad de la década de 1930 en adelante.

La vida continuaba y la cultura floreció incluso en las profundidades de la desesperación, dando lugar a temas que sentaron las bases de la riqueza musical actual.

Simpatía vs. sarcasmo
Manyo, las canciones cómicas, era un género clasificado no por su estilo musical sino por la naturaleza humorística de sus letras. El término proviene de mandam, una comedia standup normalmente protagonizada por un dúo. Así, manyo tenía ingeniosas letras que inducían dos tipos distintos de risa: humorística y satírica. La primera contenía empatía y la última crítica; la primera era cálida y la segunda fría.

“Excursión a Seúl”(Seúl gugyeong) fue muy popular desde la década de 1950 hasta la década de 1970. Este remake de “Jolly Old Countryman”(Yukwaehan sigol yeonggam) cantado por Kang Hong-sik en 1936, es la farsa o representación de un viejo compatriota que toma el tren a Seúl por primera vez y experimenta diversos problemas. La gente se reiría mientras escuchaba la canción, sintiendo compasión por un anciano que comete tantos tropiezos, tal vez al recordarles a ellos mismos, a la deriva en el mar de la modernidad. Por el contrario, “The Sham College Boy”

(Gajja daehaksaeng) se burla del joven de al lado que no asiste a la escuela y se pasa todo el día jugando al billar o persiguiendo a las chicas. Su sarcasmo no apunta solo al hombre de la canción, sino contra todos los estudiantes universitarios mimados de aquella época. La sátira en la canción divirtió e introdujo a los oyentes en los problemas sociales. Y como la sátira prospera cuando prevalecen la opresión política y la censura, la canción refleja la dura realidad de los coreanos en los días de opresión y explotación por los colonizadores japoneses.

The Korean Jazz Band fotografiada tras su primera actuación en la Emisora Gyeongseong (JODK) en verano de 1929.

Sinminyo, el nuevo folk, era un estilo de música pop autóctono que conservaba los elementos tradicionales, adoptando ciertos aspectos de la música nativa coreana y los temas populares. Tomando prestados refranes de canciones tradicionales, y con el acompañamiento de instrumentos nativos, o usando viejos estilos de canto, este género abrazó las tradiciones musicales locales de varias formas. Un ejemplo temprano es el tema principal de la película “Arirang” de 1926, dirigida por Na Woon-gyu, que resultó extremadamente popular.

Lanzado por Columbia Records en 1907, “Corean Song” es un disco de una sola cara con canciones populares de la provincia de Gyeonggi cantadas por Han In-o.© Archivo de Discos de Corea, Universidad de Dongguk

“Tears in Mokpo” de Yi Nan-yeong, lanzado en 1935 por Okeh Records, consolaba a coreanos que vivían en tierra colonizada. La canción sigue siendo popular hoy en día.

“The First Ensemble”, lanzado en 1940, compiló temas de cantantes con exclusividad para Okeh Records, primera compañía discográfica establecida por un coreano, en 1932.© Agencia de Contenido Creativo de Corea

Consuelo en tiempos difíciles
A mediados de la década de 1930, una gran cantidad de gisaeng debutaron como cantantes. Estas animadoras, formalmente entrenadas para cantar y bailar en escuelas y agencias vocacionales, eran artistas “preparadas”. Competentes en estilos de canto tradicional, se distinguieron por cantar las nuevas canciones populares. La audiencia de la época era especialmente aficionada a esos temas, pues apelaban fácilmente a sus propias sensibilidades. Eso probablemente explica por qué Wang Su-bok, una gisaeng que cantaba en un álbum de 1933, quedó en primer lugar de entre los intérpretes que se presentaron a un concurso de popularidad en 1935 de Samcheolli Co., que publicaba la revista cultural “Samcheolli” (que alude a todo el territorio de Corea).

También en ese período aparecieron las llamadas canciones de género “trot”, cuyo nombre proviene del término inglés “fox trot”, un estilo de baile de salón que supuestamente influyó en el ritmo. Conocidas como yuhaengga, que significa “canciones populares”, se vieron influenciadas por la música pop japonesa, y por tanto tenían las mismas características formales: un ritmo de dos tiempos, acordes menores y escala pentatónica.

Aunque durante mucho tiempo fue estigmatizado como producto de la cultura japonesa, el trot fue muy aplaudido en Corea y sigue muy vivo incluso a día de hoy. Creado en el período colonial, el trot sigue siendo muy valorado, incluso con el paso de los años, porque se relaciona con la vida y las emociones de las personas en tiempos difíciles. Se presume que el nombre del trot comenzó a usarse para definir un estilo de música pop en la década de 1950. Las canciones más populares del trot incluyen “Vivir lejos de casa”

(Tahyang sari), sobre el dolor de vivir como un extraño en un lugar lejano, y “Tears in Mokpo”

(Mokpo-ui nunmul) que hablaba de la resistencia pasiva contra la ocupación japonesa. Estas canciones versaban sobre vidas abatidas y tristes, ofreciendo un gran consuelo al público.

La modernidad en Corea fue otro nombre para la desesperación, ya que no se logró de forma voluntaria y autónoma. Sin embargo, la vida siguió y la cultura floreció incluso en las profundidades de la desesperación, dando lugar a canciones que sentaron las bases para la riqueza musical de hoy. En ese sentido, la música pop coreana es como una flor que surgió en lo oscuro de la modernidad, llevando consuelo a las almas con problemas.

Chang Yu-jeong Profesor de la Facultad de Artes Liberales, Universidad Dankook

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