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2016 WINTER

REPORTAJE ESPECIAL

El cine coreano en el SXXI: Presente y futuroREPORTAJE ESPECIAL 3

El auge de los directores poderosos

Los directores de cine que han logrado la “milagrosa” hazaña de obtener tanto éxito comercial como el reconocimiento de “autor” ya no son algo aislado. Ser aclamado en un prestigioso festival internacional de cine puede servir como trampolín para que los que hacen “cine de autor” logren un éxito de taquilla en el mercado nacional. Estos directores poderosos dominan ahora la escena del cine coreano.

Los veteranos directores con carreras de 20 años a susespaldas, Hong Sang-soo (enfrente) y Kim Ki-duk, hanabordado temas recurrentes en sus películas.

En Corea, el director tiene más poder que nadie en el set de rodaje. Esta podría ser una generalización arriesgada, ya que no sirve para todos los directores. Pero pese a la creciente influencia de los conglomerados de medios, muchos ejercen un gran poder pues han integrado verticalmente la inversión cinematográfica con la distribución y la proyección... Los destacados directores de megahits, que han atraído a más de 10 millones de espectadores, están creando sus propias compañías de producción. Algunos atribuyen a sus esposas el rol de CEO, mientras que ellos escriben sus propios guiones y se implican activamente en los castings, la edición y la post producción de las cintas. En otras palabras, estos directores estrella han adquirido el control total del proceso de producción cinematográfica. Y, por supuesto, gran parte de los que aspiran a hacer carrera en el cine quieren ser directores.

En este sentido, se podría decir que el “autorismo” describe a casi todos los directores coreanos actualmente en activo. Ahora, intentaremos trazar una topografía del cine coreano actual asociando por pares a directores de renombre.

Pese a la creciente influencia de los conglomerados de medios, muchos ejercen un gran poder pues han integrado verticalmente la inversión cinematográfica con la distribución y la proyección... En otras palabras, estos directores estrella han adquirido el control sobre todo el proceso cinematográfico.

Kim Ki-duk y Hong Sang-soo

Kim Ki-duk y Hong Sang-soo nacieron en 1960 y debutaron en 1996. Kim se estrenó con “Cocodrilo” y Hong con “El día que un cerdo cayó al pozo”, obra que hizo mucho ruido. Continuaron lanzando películas casi todos los años, que generalmente fueron bien recibidas en los festivales internacionales de cine. Ambos directores son conocidos por tener una visión del mundo distinta de la que muestran en sus películas, y aunque no han disfrutado de un gran éxito de taquilla en casa, su increíble acogida en el extranjero indica que probablemente su fama y su reputación no disminuirán a corto plazo.

La premisa de las películas de Kim es el “capitalismo enfermo”. Sus cintas destacan por unos retratos explícitos y contundentes de hombres marginados que se hallan en la parte inferior de la escala social y llevan vidas brutales en una angustiada sociedad capitalista. En “Pieta” (2012), Kim reúne todos los elementos cinematográficos de obras pasadas y va un paso más allá. La película está ambientada en las callejuelas oscuras y en las tiendas del Centro Comercial Sewoon, en Cheonggyecheon, en el centro de Seúl, que una vez fue símbolo de industrialización pero ahora se enfrenta a la demolición. Allí, los prestamistas recurren a toda clase de actos inhumanos para que los pobres trabajadores paguen. La historia gira alrededor de un hombre que amenaza, golpea y extorsiona dinero a la gente. El grado de su crueldad le hace parecer una encarnación del mal, un monstruo engendrado por la sociedad capitalista. Pero a medida que la historia se desarrolla, Kim hace al personaje mirar hacia atrás en su vida y arrepentirse, e incluso superpone la imagen del sacrificio de Cristo sobre él al final de la película. Kim va más allá de concentrarse en lo peor de lo peor de nuestra sociedad capitalista, y profundiza en el reino de la compasión y la redención gracias al sacrificio y la muerte de tan odiado personaje.

Im Kwon-taek, maestro del realismo nacional, y LeeChang-dong (enfrente), sucesor del género.

Por su parte, Hong Sang-soo se adhiere estrechamente a temas y personajes similares en todas sus películas. Esto podría ser visto como una expresión de “autorismo”, o bien de su propio manerismo. Sus películas exponen relaciones hombre-mujer que están despojadas de cualquier noción de romance o fantasía. Sus personajes se entregan a las relaciones sensuales, que por lo general empiezan saliendo a beber y terminan en un motel, donde la exhibición y gratificación del deseo no deja espacio para que el amor florezca. Hong reproduce las muchas facetas de ese deseo a través de la experimentación estilística. Su película “Ahora sí, antes no”, que ganó el Golden Leopard en el Festival Internacional de Locarno de 2015, narra la historia de un director de cine que conoce a una joven de Suwon con la que pasa el día y se emborracha. La película se divide en parte uno y parte dos, que narran la misma historia mediante dos versiones diferentes de cómo suceden las cosas. Esa estructura de yuxtaposición ofrece una pausa para reflexionar sobre la vida y el arte.Park Chan-wook y Bong Joon-hoPark Chan-wook y Bong Joon-ho, por su parte, toman las convenciones cinematográficas del género de Hollywood y las adaptan y personalizan hasta adecuarlas al contexto coreano, mientras que ingeniosamente cuentan las historias que desean. Por tanto, son más populares que Kim Ki-duk o Hong Sang-soo. Park utiliza el género thriller o de misterio para explorar temas recurrentes, como el peso de la culpa y la venganza; mientras que Bong astutamente capta las contradicciones estructurales de la sociedad coreana. En tanto, otra característica común a ambos es que mientras que en la superficie parecen seguir los dictados del cine de género, sus películas se basan en historias creativas, imaginativas.

Ampliamente considerado como un director lógico e inteligente, probablemente más que cualquier otro cineasta coreano, curiosamente Park se inclina con fuerza hacia el sentimiento de las películas de serie B. Pero no las ve como películas de baja calidad, sino como un género repleto de una imaginación subversiva que va más allá de los límites de las películas de serie A, mientras compensa con creatividad artística las restricciones presupuestarias y de tiempo. En “Oldboy” (2003) Park personifica su mundo cinematográfico. Es la historia de una opresiva carga de culpa y venganza con elementos incestuosos; la culpa de no haber podido proteger a su hermana, y la culpa de no haber protegido a su esposa e hija del destello de la venganza. Pero cuando todo fracasa, sólo conduce a nuevos e irracionales actos de venganza.

En cuanto a Bong, tiene una habilidad innata para infundir un humor grotesco a sus películas, que a menudo presentan personajes de extremada torpeza lanzados ante una abrumadora situación que no pueden manejar.

Lo que hace intrigantes sus historias es que, a medida que se desarrollan los acontecimientos, las inconsistencias estructurales de la sociedad coreana se descubren y quedan al desnudo. Por ejemplo, en “Crónica de un asesino en serie” (2003), que se basa en la verdadera historia de un grave caso de violación y asesinato sin resolver de finales de los 80, Bong retrata la incompetencia policial y sus torpes métodos de investigación con una exhaustiva atención al detalle.

Im Kwon-taek y Lee Chang-dong

Im Kwon-taek y Lee Chang-dong tratan con material más denso y serio en sus películas. Im debutó a principios de los 60 y sigue siendo un director prolífico, con más de 100 películas a sus espaldas. “Sopyonje” es uno de sus más notables trabajos, con el que rompió su propio récord de taquilla cuando fue lanzado en 1993.

Park Chan-wook (enfrente) y Bong Joon-ho usanconvenciones cinematográficas del género deHollywood que adaptan ingeniosamente al contextocoreano para contar sus propias historias.

Lee es un escritor reconvertido en director de cine. Al igual que sus novelas realistas, sus películas se adentran en los desafortunados acontecimientos de la historia coreana moderna o bien representan la cansada vida actual de la gente. Pero mientras que Bong Joon-ho adopta un enfoque directo al exponer las inconsistencias estructurales de nuestra sociedad, Lee prefiere retroceder como si contemplara la situación con calma. El trabajo más conocido de Lee es “Poesía” (2010). Utilizando la poesía como dispositivo literario, la muerte de la niña y la muerte asociada de una anciana (que es el personaje principal) obtienen un significado más profundo.Na Hong-jin y Yeon Sang-hoA la vanguardia de las películas independientes y la nueva ola coreana, que muestra hacia dónde se dirige el cine coreano, están los directores Na Hong-jin y Yeon Sang-ho. Na ha creado un mundo cinematográfico propio y distintivo con una predilección por la crueldad, y sin embargo es ampliamente amado por el público. Repletas de violencia y de sangre, sus películas muestran cómo una persona al límite puede convertirse en un monstruo de sangre fría. En “El extraño” (2016), Nalleva este factor al extremo: una serie de misteriosas muertes que asolan un pueblo rural aislado; la aparición de un extraño recién llegado envuelto en penumbra y la difusión de rumores misteriosos; así como la inclusión de elementos ocultistas -un espíritu malo del que no hay escapatoria- y el chamanismo.

Yeon obtuvo un gran éxito de taquilla con su primer largometraje de acción “Tren a Busan” (2016), que atrajo a más de 10 millones de espectadores; pero sus películas de animación no le han ido tan bien. Después de “Tren a Busan”, volvió enseguida a la animación con “Seoul Station”.

Ha escrito y dirigido muchas películas cortas y largometrajes para adultos que tratan de temas controvertidos en instituciones sociales tales como escuelas u organizaciones militares y religiosas, ofreciendo un comentario social mordaz que, representado mediante “monstruos”, refleja los monstruos que nuestra sociedad ha creado. Con “Tren a Busan” logró un gran éxito de taquilla y puso a todo el país a hablar de zombis.

Resulta interesante destacar que las obras recientes de Na y de Yeon presentan zombis invencibles. ¿Qué sugiere el hecho de que estos directores independientes de la nueva ola coreana hayan logrado un enorme éxito comercial con películas de zombis, un género relativamente nuevo en Corea? ¿Qué dice eso de nuestros tiempos?

Kang Seung-ryulCrítico de cine; Profesor, Universidad deKwangwoon
Cine21Fotografías

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