La muestra a gran escala “Goryeo: la Gloria de Corea”, que se exhibe en el Museo Nacional de Corea, es la primera descripción a escala integral del arte de Goryeo, el estado medieval unificado que rigió en la península de Corea desde el año 918 hasta 1392. Esta exposición especial, que se prolongará hasta el 3 de marzo de 2019, muestra unas 450 obras de las colecciones de 45 instituciones, incluyendo once de cuatro países extranjeros
“Estatua de bronce de Taejo Wang Geon”. Siglos X-XI. Bronce. Altura: 138,3 cm.Excavada en 1992 en Hyonrung, un complejo de tumbas en los Monumentos y Sitios Históricos de Kaesong, la antigua capital de la Dinastía Goryeo, es la única estatua real que se conserva en Corea. Fue hallada con su bata de seda original descompuesta, salvo por el cinturón de jade.© Museo Central de Historia de Corea
Goryeo respetó la diversidad desde el principio. Mantuvo relaciones diplomáticas multilaterales con los estados vecinos y defendió la apertura, la inclusión y la integración hasta tal punto de nombrar a un extranjero como primer ministro. La identidad coreana germinó en este reino, tal y como implica el nombre en inglés de la Corea moderna, que significa “la tierra del pueblo de Goryeo”.
“Estatua de madera lacada en seco de Huirang Daesa”. Siglo X. Laca seca sobre madera. Altura: 82 cm.La imagen del Gran Maestro Huirang (889–966), patriarca del Templo de Haein, es la única que queda de un monje budista tallada en vida. Tesoro nº 999. © Museo Haeinsa Seongbo
Sin embargo, el misterio cubre una gran franja de la historia de cinco siglos de Goryeo. A día de hoy, a la mayoría de los surcoreanos les resulta difícil recordar los nombres de los lugares o las reliquias importantes del reino. Este fenómeno está relacionado con un aciago período en la historia moderna del país, el que se extiende desde el dominio colonial japonés hasta la Guerra de Corea y la posterior división de la nación. El antiguo reino ha permanecido bastante oscuro en la memoria colectiva de los surcoreanos porque no tienen acceso a los restos de su capital, Gaegyeong (el actual Kaesong, también llamado Gaeseong), y la mayoría de los lugares históricos de importancia política, religiosa, cultural y comercial, que ahora se hallan en Corea del Norte.
En el año 919, uno después de la fundación del reino, el Rey Taejo (cuyo nombre de nacimiento era Wang Geon) construyó un palacio en la parte sur de la base del monte Songak. Llamado Manwoldae (que significa “Terraza de la Luna Llena”), el palacio fue la residencia principal de los reyes de Goryeo hasta 1361, cuando se incendió durante la invasión de los Turbantes Rojos de China. Una fotografía de 1918, tomada durante el estudio de los sitios históricos de Corea por parte del gobierno colonial japonés, muestra el antiguo palacio en ruinas. El año en el que se hizo esta fotografía marcó el aniversario de un milenio de la fundación del reino, pero los coreanos no pudieron organizar una celebración oficial ya que vivían bajo el dominio colonial japonés. En consecuencia, el 1.100 aniversario, que tiene lugar en 2018, será recordado como una fecha especialmente significativa ya que se produce cien años después de aquella oportunidad perdida.
Para conmemorar la efeméride, en 2018 se organizaron varias muestras y conferencias académicas en todo el país que han arrojado nueva luz sobre la historia de Goryeo. La más destacada puede ser la exposición especial inaugurada el 4 de diciembre en el Museo Nacional de Corea en Seúl. Este evento incorpora una parte sustancial de las reliquias de Goryeo dispersas por todo el mundo, desde Estados Unidos hasta Reino Unido, Italia y Japón, así como las dos Coreas.
Goryeo no rechazó las tradiciones culturales de los anteriores reinos. En su lugar, las integró en su propia cultura con un enfoque pluralista. A veces con intensidad y en otras ocasiones con delicada elegancia, el arte de Goryeo es capaz de abrumar al espectador
Las estatuas del rey y su mentor
El plato fuerte de esta exposición es el reencuentro de Wang Geon, el fundador de Goryeo, y el Gran Maestro Huirang. Se espera que el rey de Corea del Norte y su mentor en el sur finalmente coincidan en Seúl después de once siglos de separación.
Es el bloque de madera más antiguo existente en Corea con fecha de producción conocida y forma parte de la colección de antiguos bloques de madera que preserva el Templo Haein.
© Ha Ji-kwon
Por otro lado, tallada alrededor del año 930, la “estatua de madera lacada en seco de Huirang Daesa” del Templo de Haein en Hapcheon, en la provincia de Gyeongsong del Sur, es la única efigie de un monje budista tallada durante su vida que queda en Corea. Apreciada por su representación realista de los aspectos humanos del monje, la estatua ha experimentado su primer viaje desde que fuera consagrada en el templo. La importancia se ve subrayada por la especial relación entre las dos figuras. El Gran Maestro Huirang, que era todo un apoyo espiritual para Wang Geon, le ayudó cuando estaba involucrado en problemas políticos al final del período posterior de los Tres Reinos, y cumplió la función de mentor del rey después de que se estableciera Goryeo.
Desenterrada de Hyonrung (“Hyeonneung” según la romanización de Corea del Sur), el complejo de tumbas para el rey y su consorte principal, la reina Sinhye, la “Estatua de bronce de Taejo Wang Geon” es la única efigie real que queda en Corea. La escultura de bronce de 138,3 centímetros forma parte del Museo Central de Historia de Corea en Pyongyang. Esculpida para orar por la prosperidad nacional, la pieza fue alojada temporalmente en un templo budista y adorada mediante rituales de sacrificio. Más tarde fue enterrada con su vestimenta, una bata de seda y un cinturón de jade, pero cuando se realizaron las excavaciones en 1991 la túnica se había descompuesto, dejando solo la efigie desnuda y el cinturón de jade. Hyonrung forma parte de los Monumentos y Sitios Históricos de Kaesong, lugar inscrito como Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Desde su creación nunca se han mostrado en un mismo lugar la estatua del monarca fundador de Goryeo, símbolo político del reino, y la del preeminente monje budista, que representa sus valores espirituales. En el Museo Nacional de Corea, aún después de la apertura de la exposición, se mantendrá un lugar especial para la estatua de Wang Geon.
Los tipos de metal y bloques de impresión del Tripitaka
“Bodhisattva Ksitigarbha”. Siglo XIV, tinta y color sobre seda. 104,3 × 55,6 cm
La pintura representa a Ksitigarbha, que se estima salvaba a los habitantes del infierno. Sigue la composición estándar de las pinturas budistas de Goryeo, con una imponente presencia del Buda principal en la parte superior y varias figuras en la parte inferior. Tesoro nº 784.
© Leeum, Museo de Arte Samsumg
No son menos notables los bloques de madera del “Tripitaka Koreana” de la época de Goryeo que nunca antes se había traslado de su lugar de origen. Estos bloques de impresión del siglo XIII rara vez se muestran, ni siquiera a los visitantes que acuden al depósito donde se preservan en el Templo de Haein.
Goryeo protagonizó una gloriosa historia en el ámbito de la impresión, al producir los primeros tipos de metal del mundo. Al igual que los monjes cristianos de la Europa medieval, que a diario dedicaban tiempo y esfuerzo a copiar la Biblia, la transcripción de las escrituras también era una tarea importante para los monjes budistas de Goryeo. La transición del copiado manual, que ostentaba una larga tradición, a la impresión, supuso un importante cambio de paradigma en la historia del mundo. Tanto en oriente como en occidente la impresión floreció en templos y monasterios, impulsada por la necesidad de aumentar el volumen de textos sagrados. La Biblia de Gutenberg es un icono de la revolución iniciada con la era de los libros impresos en la historia cultural de Occidente. Del mismo modo, la “Tripitaka Koreana” es la quintaesencia de las escrituras budistas y una innovadora publicación que recopila la sabiduría y el conocimiento de la Asia contemporánea.
El “Kaibao Tripitaka” de China, tallado entre los años 971 y 983 bajo el mandato del primer emperador Song Taizu como un proyecto para consolidar la legitimidad del imperio, fue destruido casi por completo por el fuego. En la otra cara de la moneda, Goryeo ordenó que el canon budista se publicara tres veces en proyectos nacionales. La primera edición de la “Tripitaka Koreana”, la segunda talla más antigua del mundo de este canon junto al “Kaibao Tripitaka”, se produjo durante una crisis nacional en el año 1011, cuando el grupo étnico proto-mongol Khitan invadió Goryeo y se apoderó de su capital. Después de la guerra, los invasores del norte produjeron el “Khitan Tripitaka”, inspirado en el canon de Goryeo.
Después de quedar destruida por el fuego la primera edición durante las invasiones de los mongoles en 1232, se llevó a cabo una recreación integral de la Tripitaka basada en la versión original, la versión Kaibao y la versión Khitan. El resultado fue un conjunto de unas 160.000 páginas del canon tallado en ambas caras de unos 80.000 bloques de madera, por lo que su nombre coreano es Palman Daejanggyeong (“Ochenta mil Tripitaka”). Conservado durante 700 años en el Templo de Haein, la “Tripitaka Koreana” es una compilación exhaustiva de la literatura budista de Asia Oriental y el más completo conjunto de los bloques de impresión existentes de la Tripitaka.
Se puede decir que en el Oriente medieval, la potencia que tenía la Tripitaka se asemejaba a lo que hoy en día es el desaarrollo de las armas nucleares. En Goryeo la publicación del canon fue un proyecto a gran escala que exigió un esfuerzo total. De cara al exterior, el reino se jactó de superioridad cultural y tomó la iniciativa diplomática al presentar las escrituras impresas a los países vecinos. La literatura histórica que registra el proceso de los países que solicitan la Tripitaka a Goryeo, así como sus inútiles intentos por obtener los bloques de madera, demuestra el poder que este reino ejerció en la política internacional mediante la “Tripitaka Koreana”.
Inclusión e Integración
Con una duración total de tres meses, la exposición se divide en tres áreas temáticas. La primera parte, “Ciudad Internacional de Gaegyeong y la Colección Real”, explora el activo comercio marítimo del reino y los abundantes productos locales. La capital de Goryeo era una ciudad internacional frecuentada por una gran variedad de extranjeros. En 1123, durante el reinado del rey Injong, el emperador Huizong de la dinastía china Song despachó una delegación de más de 200 enviados. Xu Jing (1091–1153), erudito confuciano y miembro de la delegación, describió su estadía de un mes en Goryeo en su “Registro ilustrado del emisario chino a Goryeo durante la Era Xuanhe” (Xuanhe fengshi Gaoli tujing). Xu Jing presentó el libro al emperador con descripciones detalladas e ilustraciones de las costumbres y la cultura que había observado en la ciudad capital. Sin embargo, las ilustraciones se perdieron en la guerra cuando la Dinastía Jin destruyó el norte de Song unos años más tarde y solo fue transmitido el texto.
La segunda parte, “Arte de Templo”, expone obras de arte para templos budistas, que junto con la corte real fueron los principales consumidores de arte. El budismo era la religión y la filosofía del estado de Goryeo, así como el centro de la vida y la espiritualidad, e incluso la vida misma. El reino derivó del budismo sus brillantes logros culturales. Ningún otro estado antes o después de Goryeo apreciaba y promovía tanto la filosofía y los valores budistas.
Por último, la tercera parte exhibe el “Refinado Arte de Goryeo”. El reino coreano fue capaz de conservar una existencia independiente, pero durante más de 200 años también se aseguró de mantener relaciones diplomáticas e intercambios culturales con las cambiantes dinastías de China, incluida la dinastía Song en la China continental, así como Liao de Khitan y Jin de Jurchen en la región norte. A finales de Goryeo, China estaba gobernada por la dinastía Yuan, que construyó el imperio más grande que el mundo había visto hasta aquel entonces.
“Jarra y bol de plata dorada”. Siglo XII. Plata dorada. Altura (total): 34,3 cm; Diámetro: 9,5 cm (base de la jarra), 18,8 cm (tapa del recipiente), 14,5 (base del bol).
El exquisito hervidor con tapa decorada, suntuosas flores de loto y un fénix, con tazón a juego, muestran el nivel artístico alcanzado por los artesanos del metal de Goryeo. Reflejan que el celadón y los artículos de metal de Goryeo tenían muchas similitudes en términos de forma y decoración. © Museo de Bellas Artes de Boston
“Quemador de incienso de celadón con diseño geométrico a cielo abierto”. Siglo XII. Altura: 15,3 cm. Diámetro de la base: 11,5 cm.
Una obra maestra de celadón de Goryeo antes del desarrollo de la técnica de incrustación. El quemador de incienso consta de tres partes: la tapa de calado, el cuerpo y la base. La elaboración de los decorados está equilibrada con el todo en proporciones agradables. Tesoro Nacional nº 95. © Museo Nacional de Corea
El redescubrimiento de un valor inmutable
Goryeo no rechazó las tradiciones culturales de los anteriores reinos. En su lugar, las integró en su propia cultura con un enfoque pluralista. La hermosa y creativa cultura de Goryeo floreció a través de activos intercambios con los países vecinos. Las gentes de Goryeo capturaban las emociones y la sensibilidad humana y las expresaban en distinguidas obras de arte mediante un original uso de colores, materiales y técnicas. A veces con intensidad y en otras ocasiones con delicada elegancia, el arte de Goryeo es capaz de abrumar al espectador. En esta exposición los visitantes pueden descubrir el olvidado Goryeo y la intemporalidad de su arte.