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Features

2022 SPRING

Música tradicional: remezclas para la escena global

Experimentos diversos, delicias inesperadas

Jóvenes músicos que buscan nuevos espacios con la contemporaneidad en mente amplían los horizontes de la música tradicional coreana. Revisamos algunos álbumes de idiosincrásicos estilos de artistas con talento y ambición que experimentan con diversos métodos y sonidos.

 

© Kim Hee-ji

“Nacido para la belleza”HAEPAARY; Flipped Coin Music [Junio 2021]
Creado en 2020, HAEPAARY es un dúo electrónico alternativo formado por Minhee (Park Min-hee) y Hyeon (Choe Hye-won), especialistas en gugak. Mientras respetaban la estética minimalista de la música tradicional coreana se propusieron desmantelar su tono patriarcal. En este álbum digital incorporan ritmos electrónicos al reinterpretar “Jongmyo Jeryeak”, música y danza para los ritos del santuario ancestral real de la dinastía Joseon (1392-1910). Designado como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, los ritos continúan recreándose hasta el día de hoy.

Los espeluznantes sonidos electrónicos del tema principal, “Born by Irreproachable Gorgeousness”, ofrecen un festín de ominoso minimalismo que evoca al kraut rock alemán de los ‘60 y ‘70. La voz de Minhee, es simbólica y extraña. Tradicionalmente, el gagok, un género lírico, se dividía en interpretación masculina y femenina. Minhee acaba con esta división y, usando efectos, canta ambas voces simultáneamente. Al poner la voz femenina al frente, se reapropia el contexto antiguo. HAEPAARY fue invitado al Festival de Música SXSW de Estados Unidos en 2021 y 2022.

 

Cortesía de BISCUIT SOUND

“Jung Eunhye La Divina Comedia-Infierno”Jung Eunhye; BISCUIT SOUND [Agosto 2021]
El álbum es una grabación pulida de un proyecto de sonido pansori (canción narrativa) estrenado en 2017. Es una especie de “teatro sonoro”, donde la arquitectura sónica sirve como acompañamiento al canto pansori y a la lectura de clásicos occidentales. Las 17 pistas del álbum, incluidas “The Gates of Hell”, “The River of Charon” y “The Devil’s Prey”, se inspiraron en “La divina comedia-Infierno” de Dante, donde el texto principal es narrado y cantado en pansori.

La voz de Jung Eunhye, que flota como un eco fantasmal en el espacio estereofónico, a veces acompañada de instrumentos de percusión, violonchelo, guitarra o piano, transporta al oyente a un teatro subterráneo húmedo y lúgubre. Mientras que la banda de pop alternativo LEENALCHI juega con el humor en su interpretación de la historia cómica pansori “Sugungga” (Canción del palacio submarino), Jung fusiona la estética quejumbrosa de la tradición narrativa musical de Corea con la representación del infierno de Dante.

Jung es una cantante y actriz prolija en changgeuk (ópera pansori) y teatro. Comenzó a estudiar con maestros del pansori con siete años y se especializó en música tradicional coreana en la Universidad Nacional de Seúl.

 

© Park Jin-hee

“Hola, somos Jihye & Jisu”Jihye & Jisu; Sound Republica [Marzo 2021]
Es el álbum de debut de la percusionista Kim Ji-hye y la pianista clásica Jung Ji-su. Kim estudió música tradicional coreana desde joven y soñaba con fusionar su música con otros géneros artísticos. Jung tiene sed de actividades creativas y de atención popular. Ambas se conocieron en Berklee College of Music cuando estudiaban composición de jazz, y desde entonces han explorado su potencial como intérpretes y creadoras de música.

Su música no tiene indicios experimentales serios o esotéricos, ni contiene sonidos digitalmente alterados. Las siete pistas del álbum forman un concierto acústico de sonidos simples que ofrecen el tono original de buk (tambor), janggu (tambor de barril de dos parches) y piano. El álbum se basa en experiencias personales y se inspira en sus viajes por España, y brilla con energía de principio a fin. Los ritmos de música folclórica tradicional coreana, como gutgeori, jajinmori y chilchae, chocan con sonido funky y ritmos del jazz. Escuchar la quinta pista de ritmo rápido “Ronda and Me”, de camino al trabajo seguramente estimula al comenzar el día. La sexta pista, “Memories of Cherry Blossom”, y la última pista, “K-Sinawi”, cuentan con colaboraciones de un saxofonista y un percusionista.

 

© Daniel Schwartz, Micha

“Greekorea: saludando a la luna”The Gugak Jazz Society; Sori-e Naite Music Company [Marzo 2021]
La Sociedad de Jazz Gugak es un conjunto de músicos de Corea, Grecia y Estados Unidos. Surgió en 2019 en Boston mientras colaboraban en el proyecto “Pansori Cantata with a Jazz Orchestra”. Como el título indica, ofrecen una síntesis química de música tradicional de Grecia y Corea, con el jazz como catalizador.

El proyecto Grecia-Corea-EE.UU., liderado por la pianista residente en Boston Mina Cho, incorpora diversos instrumentos para crear paisajes sonoros multidimensionales, desde antiguos instrumentos coreanos como janggu, kkwaenggwari (pequeño gong), saenghwang (órgano de boca de lengüeta libre con 17 tubos de bambú), gayageum (cítara de 12 cuerdas) y tae-pyeongso (oboe cónico de doble lengüeta); al laúd griego; instrumentos de percusión de Oriente Medio como bendir, riq y darbuka; bajo y batería. Las impresionantes voces de Lee Na Rae, también integrante de LEENALCHI, transitan con fluidez del folclore coreano a los sonidos de Oriente Medio. Este proyecto tripartito único sorprende más al saber que los músicos, con sede en Seúl, Atenas y Boston, tuvieron que trabajar en línea por la pandemia.

 

© Void Studio

“Pseudociencia”SB Circle; Plankton Music [Agosto 2021]
Es el segundo álbum del grupo SB Circle, cuyo nombre deriva de dos integrantes: el saxofonista de jazz Shin Hyun-pill y el intérprete de gayageum Kyungso Park (o “Bak”). Además figuran el bajista Seo Young-do y el baterista Christian Moran. SB también es una abreviatura del término sinbak, argot coreano muy usado por los jóvenes, que significa “novedoso e ingenioso”.

Este grupo “novedoso e ingenioso” evita solo agregar armonías de jazz a la escala monofónica de la música tradicional coreana, logrando una excelente creación en comandita, alegre pero no frívola. “Fan in the Room”, la primera pista del álbum, fusiona el saxofón y la escala monofónica del gayageum, que se desliza como un sedán por una carretera vacía junto al río Han. La textura de la música es suave y elegante, mientras que los ritmos del bajo de Seo y la batería de Moran son controlados y delicados. Las inusuales y llamativas melodías de “Flat Earth” y “Negative Ions” seguramente cautivarán a los fanes del jazz urbano, al margen de su nacionalidad o formación musical.

Lim Hee-yunReportero, The Dong-A Ilbo

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