Vestido con un mono de creación propia y una gorra, el diseñador Lee Kwang-ho parece imaginarse a sí mismo como un astronauta que viaja a través del espacio. “Lo que yo hago es soñar y por eso soy más feliz cuando puedo convertir mis sueños en realidad y mis pensamientos en resultados”, afirma el joven creador. Realizados con materiales cotidianos, un enfoque simple y meticulosa artesanía, sus trabajos excéntricos pero deleitables han ganado reconocimiento en el panorama artístico internacional.
Casa de té Osulloc” (Detalle), Seúl, Lee Kwang-ho, Colaboración con Grav, 2017; Cable eléctrico.
El primer éxito de Lee Kwang-ho ocurrió como una especie de milagro. La primera muestra que protagonizó tras finalizar sus estudios de arte y diseño del metal en la Universidad de Hongik pasó desapercibida. Se sentía extremadamente decepcionado y frustrado por no haber recibido ninguna crítica, ya fuera buena o mala. Al enterarse, un antiguo alumno le habló de un sitio web extranjero donde los diseñadores podían promocionar su trabajo. Lee compiló una colección de sus diseños y la publicó en ese portal. Estaba desesperado, aunque tenía confianza en sí mismo. Nunca había estudiado en el extranjero, pero creía firmemente que alguien valoraría su firme y sincero compromiso con la exploración de materiales y la artesanía.
“No mucho después, fui contactado por Les Commissaires en Montreal, Canadá”, explica Lee. “Volé de inmediato allí con grandes esperanzas. Me reuní con Pierre Laramée, el director y copropietario de la galería, que se confesó estar impresionado con mi obra y me propuso hacer una exposición individual. Le pregunté que qué le gustaba de mi trabajo y me dijo que era ‘original y especial’. Mi primera exposición privada en una galería en 2008 tuvo una buena acogida y mis creaciones también se vendieron bien. Esto me abrió nuevas oportunidades. La Johnson Trading Gallery de Nueva York y la Victor Hunt de Bruselas mostraron interés en mi trabajo y me invitaron a pequeñas y grandes ferias internacionales de arte, como Design Miami o Art Basel”.
El hecho de que sus obras captaran el ojo perspicaz de la Johnson Trading Gallery, una de las galerías punteras en el panorama del diseño y el arte de Nueva York, fue esencial para permitir que el diseñador coreano, prácticamente desconocido por aquel entonces, accediera con éxito al escenario artístico mundial. A partir de entonces llegaron en masa solicitudes de colaboraciones de galerías con base en ciudades punteras del diseño como Berlín, París, Londres, Ámsterdam y Milán. En abril de 2009 fue seleccionado como uno de los 10 diseñadores emergentes a los que prestar atención en la Feria del Mueble de Milán (Salone Internazionale del Mobile di Milano), obteniendo reconocimiento internacional.
Redefinir los materiales ordinarios
“El concepto clave de mis obras ha sido mantener un enfoque simple. La clase de diseño de iluminación a la que asistí en la universidad fue solo el comienzo”, comenta Lee. “Mientras otros estudiantes pensaban que el diseño de lámparas se limitaba a variar los productos que cubrían las bombillas, y por tanto lo único que hacían era cambiar sus formas o materiales, yo trataba de encontrar formas de crear algo novedoso usando los elementos básicos de la electricidad, los cables eléctricos y las propias bombillas. Fue entonces cuando decidí tejer los cables. Así nacieron mis series ‘Knot’ y ‘Obsession’ ”.
Lee posee el talento necesario para crear una nueva concepción de los materiales cotidianos que encontramos en nuestro día a día. Nos permite redescubrir su belleza estética al crear objetos con su técnica al entrelazar de forma manual diversos materiales, como los cables eléctricos, las mangueras de jardín y los tubos de PVC que se pueden encontrar en cualquier casa. Los cables eléctricos que cuelgan entretejidos del techo son hermosos por sí mismos, así como por la “estética del tejido”. La armonía que crea la yuxtaposición de materiales industriales producidos en masa y la técnica del entretejido es deleitable y graciosa. Para algunos su trabajo evoca imágenes de un faro de pesca en un barco y, para otros, de trabajos de punto.“Tengo grabado el recuerdo de mi madre tejiendo suéteres y bufandas para mí cuando era pequeño. Me encantaban los patrones y las texturas que creaba con la lana de colores. Teniendo presente la memoria de esos días, dedico el mayor de los cuidados al tejer cada hilo. Pienso que un buen diseño se basa en los pequeños detalles de calidad. En última instancia, depende de la elaboración de los detalles y la completitud artística. Yo mismo me esfuerzo por lograr un estado de perfección hasta agregar los últimos toques finales, y podría decir que este es el motivo por el cual he podido continuar presentando mis obras en el escenario artístico internacional. Necesito mantenerme siempre concentrado”.
Lee recupera a menudo los recuerdos de la granja de sus abuelos en la localidad de Cheongpyeong, provincia de Gyeonggi, que solía visitar cuando era niño. Recuerda haber aprendido a usar sus manos para ayudar a sus abuelos durante las vacaciones escolares. Las manos del abuelo parecían mágicas a los ojos de un niño. Quedó asombrado al ver a su abuelo fabricar una escoba simplemente atando un manojo de ramas de arbustos silvestres y apilando restos de paja. Fue entonces cuando percibió que el diseño es el proceso de transformación de materias primas cotidianas que una persona lleva a cabo con sus manos. Los recuerdos de su abuelo y los días de su infancia en el campo han sido una continua fuente de inspiración para sus proyectos de artesanía.
“Tengo grabado el recuerdo de mi madre tejiendo suéteres y bufandas para mí. Me encantaban los patrones y las texturas que creaba con la lana de colores. Teniendo presente la memoria de esos días, dedico el mayor de los cuidados al tejer cada hilo. Un buen diseño se basa en los pequeños detalles de calidad”.
Design That Harbors Many Stories
“The collaborative project with fashion brand Fendi titled ‘Fatto a Mano for the Future’ in March 2011 was an opportunity for me to reconfirm my belief in working with my hands,” Lee said. “Sitting side by side with a Fendi craftsman and weaving the leather s, I realized anew that the precise repetitiveness involved in twining together s, whatever the material, must have been the future of mankind for a long time. The intense beauty of the weave is sure to deeply impress any viewer. This simple act is good for passing the time and clearing your mind. Once anstarts to take shape, it stimulates your imagination to go on to the next stage of the creative process.”
The “ramyeon chair” featured in Lee’s “Obsession” series, so called because of its resemblance to curly instant noodles, is a big hit in any gallery around the world. Children rush to it as soon as they see it, and touch and sit on it. It’s not simply a piece of furniture; it becomes a playground. The distinguishing feature and philosophy of Lee’s design is flexibility: his works kindle the viewers’ imagination, inspiring them to think of different uses for the . He likes tofurniture harboring many stories that vary depending on the space.
“Design is like storytelling,” said Lee. “I attached the title ‘Shape of a River’ to a piece I made by corroding copper. Usually, a title will spring to my mind while I’m working. I start simple, but gradually the work expands. This whole process is interesting. As these stages are repeated, it eventually results in a good design.”
Last year, Lee converted a three-story row house into an art studio. Like his designs, it has a simple beauty, displaying a neat interior decorated with metallic materials while preserving the original form of the old brick building. The location is ideal since it is near the factories that are essential for his work. For more than 10 years, he has been working with the same plastic processing companies and welders who understand his concept. They are like-minded friends who support his unfamiliar endeavors, and at times, even pitch ideas.
Serie “Obsesión”, Lee Kwang-ho, 2010; PVC
Un diseño que alberga muchas historias
“Osulloc 1979” (Detalle), Seúl, Lee Kwang-ho, Colaboración con Grav, 2017; Granito, esmalte, cobre, aluminio, acero inoxidable, espuma de polietileno, vidrio y madera
“Para mí, el proyecto de colaboración en marzo de 2011 con la marca de moda Fendi llamado ‘Fatto a Mano for the Future’ fue una oportunidad para volver a confirmar mi convicción de trabajar con las manos”, asegura Lee. “Sentado junto a un artesano de Fendi y tejiendo cuerdas de cuero, me di cuenta nuevamente de que la repetitividad que implica unir cuerdas, sea cual sea el material, debe haberse concebido como el futuro de la humanidad durante mucho tiempo. La intensa belleza del tejido seguramente dejará una profunda impresión en cualquier espectador. Esta simple actividad es buena para pasar el tiempo y aclarar la mente. Una vez que un objeto comienza a tomar forma, estimula la imaginación para pasar a la siguiente etapa del proceso creativo”.
La “silla de ramyeon” presentada en la serie “Obsession” de Lee y llamada así por su parecido con los famosos fideos instantáneos de forma ondulada, capta mucha atención en todas las galerías del mundo donde es presentada. Los niños corren hacia ella en cuanto la ven, la tocan y se sientan. No se trata de un simple mueble, ya que se convierte en un patio de juegos. La flexibilidad es la característica distintiva y la filosofía de los diseños de Lee. Sus trabajos encienden la imaginación de los espectadores, inspirándolos a pensar en diferentes usos para un objeto. Le gusta crear muebles con muchas historias que varían según el espacio.
“El diseño es como contar historias”, asevera Lee. “Adjunté el título 'La forma del río’ a una pieza que hice mediante la técnica de corroer el cobre. Por lo general, cuando estoy trabajando me viene a la mente un título. El comienzo es simple, pero gradualmente el trabajo se complica. Todo este proceso es interesante. A medida que estas etapas se repiten, al final resulta en un buen diseño”.
Serie “Forma de un río”, Lee Kwang-ho, 2017; Cobre
El año pasado Lee convirtió un chalet adosado de tres pisos en un estudio de arte. Al igual que sus diseños tiene una belleza simple, que muestra un interior limpio decorado con materiales metálicos, conservando la forma original del antiguo edificio de ladrillo. La ubicación es ideal ya que está cerca de las fábricas que son esenciales para su trabajo. Durante más de 10 años ha estado trabajando con las mismas compañías de procesamiento de plástico y con soldadores que entienden su concepto. Son una especie de amigos de pensamiento afín, que apoyan sus proyectos y, a veces, incluso comparten nuevas ideas.
Ampliar el alcance de las colaboraciones
A través de su empresa “k L o” (Oficina de Kwangho Lee, por sus siglas en inglés), el diseñador ha trabajado en colaboración con muchas marcas, como Christian Dior, Swarovski, Onitsuka Tiger y Gentle Monster. El alcance de sus proyectos de colaboración se ha expandido de forma considerable. En el pasado recibía principalmente ofertas de marcas de moda que veían una similitud entre su técnica artesanal y el método de confeccionar las telas, pero ahora también acepta encargos de hoteles y grandes empresas.
El nuevo edificio de la sede de la multinacional coreana de cosméticos Amore Pacific es uno de los proyectos en los que ha colaborado. Diseñado por el arquitecto inglés David Chipperfield, el edificio completado este año presenta una composición espacial poco convencional, donde el diseño de Lee se puede observar en cada rincón. El vestíbulo espacioso y bien estructurado da la bienvenida a los visitantes, que pueden relajarse cómodamente en sillas y sofás rojos, azules, amarillos, verdes y marrones de la serie “Obsession”. Lee también diseñó el espacio de la Casa de Té O'sulloc y la sala de té premium de la marca O'sulloc 1979, así como los muebles, la iluminación y los accesorios, que en general han recibido una cálida acogida por parte de los clientes. El interior ofrece la sensación de relajarse y beber té en un entorno natural, dentro de un gran bosque o una cueva.
“Recurrí al granito porque me gustan las partículas comprimidas visibles en la superficie. Es un material con potencial para diversos usos”, explica Lee. “El proyecto de Amore Pacific es particularmente memorable para mí porque pude utilizar las diferentes propiedades, texturas y piedras para crear obras de diversas formas y funciones, aplicándolas al espacio. En un proyecto a gran escala se hace aún más importante la integridad artística de los elementos pequeños. Tuve en consideración la configuración espacial del gran edificio, pero luego me di cuenta de que, al fin y al cabo, mi perfeccionismo iba a ser la clave y la solución. Tengo intención de seguir acumulando experiencia con materiales que no he usado antes”.
En 2017, Lee se convirtió una vez más en centro de atención mundial cuando fue galardonado como Diseñador del Año en la feria Mercado Arte Design (MADE) en Sao Paulo, Brasil. Este año, tiene planes de realizar una exposición individual en el Salón 94 de Nueva York. Este siempre ocupado diseñador, afirma humildemente: “Escogí una gran profesión y tuve suerte”.
Chung Jae-sukRedactor jefe de la sección de cultura, diario The JoongAng Ilbo
Ahn Hong-beomFotógrafo