Baedal Minjok, la plataforma de comida para llevar, tiene un inusual negocio paralelo: crea y distribuye fuentes sin derechos. Su gama incluye la fuente Euljiro, inspirada en un llamativo letrero, para celebrar el espíritu y la historia del barrio homónimo ubicado en el centro de Seúl.
Baedal Minjok lleva creando fuentes desde 2012. Para conmemorar el lanzamiento de su octava fuente, llamada Euljiro, en 2019 organizó una exposición titulada ‘Ciudad y letras’ en N/A Gallery.
ⓒ Woowa Brothers
Baedal Minjok, comúnmente conocida como Baemin, es una plataforma de comida para llevar muy popular por sus ingeniosas campañas de marketing. De forma inusual, su portfolio también incluye la creación de nuevas fuentes de Hangeul, el alfabeto coreano.
Baemin lleva desde 2012 ofreciendo sus fuentes gratis para descargar. Según explica Han Myeong-su, director de operaciones de la compañía, el motivo es simple: “Nadie más lo hace”. Y añade con una sonrisa: “Y es divertido”.
Han se anima especialmente al hablar de una fuente lanzada hace cinco años. Al igual que las tres anteriores diseñadas por Baemin (Hanna, Jua y Dohyeon), se inspiró en la grafía de carteles viejos y gastados. Pero esta vez la empresa dio un paso más y sacó una fuente exclusiva inspirada en los antiguos carteles de la zona de Euljiro, un barrio ubicado en el corazón de Seúl.
Origen de la fuente Euljiro
Kim Bong-jin, fundador del holding Woowa Brothers de Baemin y exdiseñador, lleva mucho tiempo interesado en los antiguos carteles coreanos. Su teléfono inteligente almacena miles de fotografías de letreros, y sus favoritos son los Euljiro de las décadas de 1960 y 1970. La grafía de estos carteles, muy comunes en Euljiro Tool Street, fue creada por varios artesanos de entonces conocidos como los “abuelos de los carteles”. Iban por el barrio en bicicletas cargadas con latas de pintura y creaban carteles con su propia grafía en láminas de hojalata y tablas de madera.
Uno de los letreros fotografiados por Kim era de un taller de reparación de automóviles cuyo nombre constaba de siete sílabas. “El tosco diseño de la fuente era interesante y cada trazo estaba lleno de poder. Tenía el encanto de algo incompleto”, recuerda Han Myeong-su.
Casualmente, Han descubrió que uno de los socios, Seok Geum-ho, guardaba una foto del mismo cartel en su teléfono. Seok resultó ser el presidente de Sandoll, socio desde hace mucho tiempo de Woowa Brothers, especializada en fuentes. “Hipnotizado por esas letras, el señor Seok también tomó una foto del cartel, confirmando la visión compartida de Seok y Kim, dos creadores fascinados por aquella época. El cartel llegó a servir como prototipo de la fuente Euljiro”, recuerda Han.
Muchos de los letreros de Euljiro de las décadas de los ’60 y ’70 aún perduran. La serie de fuentes Euljiro de Baemin se inspira en sus pinceladas.
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Trazos con encanto
Las siete sílabas originales del cartel, creadas hacía medio siglo, dieron lugar a más de 200, formando la base de la nueva fuente. Cuando llegaron a 2350, Baemin consideró que era el mínimo para que el estilo Euljiro fuera reconocido como fuente Hangeul independiente.
“Sandoll se especializa en fuentes corporativas, por lo que sus fuentes suelen ser refinadas. Pero pedimos a los creadores que ‘imprimieran dureza’ a las letras”, recuerda Han.
“Por ejemplo, Sandoll dibuja círculos claros y la octava consonante del Hangeul es un círculo completo. Pero al usar un pincel, debes dibujarlo en dos partes, un semicírculo a la izquierda y otro a la derecha, y eso genera una circunferencia irregular cuya parte superior sobresale un poco. Les pedimos que preservaran el irregular encanto de las pinceladas y a todos les fascinó trabajar en algo nuevo”.
La fuente Euljiro pronto se hizo popular por su practicidad y singular estilo de caligrafía, y apareció en infinidad de escenarios, desde subtítulos para programas de variedades de televisión, hasta pancartas en manifestaciones. “Cada vez que alguien del equipo veía que usaban la fuente, compartían imágenes en nuestro chat. Pudimos ver que dejaba una grata impresión entre el público, algo que a su vez ayudó a consolidar la imagen de marca de Baemin”.
Carteles de todo el país. Muchas de las fuentes de Baemin, incluida Hanna, la primera, se inspiran en carteles antiguos.
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Más fuentes
La fuente Euljiro también atrajo a adeptos de la cultura retro. Cuando Baemin vio que tenía una declaración de estilo entre manos, vio la oportunidad no sólo de promover esa fuente, sino de crear conciencia sobre una reurbanización que poco a poco despojaba a Euljiro de su carácter.
Baemin colaboró con el fotógrafo de renombre internacional MJ Kim, quien pasó seis meses explorando la zona de Euljiro para registrar los relatos de residentes de todas las edades y profesiones, desde experimentados herreros hasta artistas en ciernes.
En 2020, sus fotografías de los rostros de Euljiro se exhibieron en el Centro Sejong de Seúl en una exposición titulada “Hola, Sr. Jumul. ¿Qué tal, señor Mokhyeong? en referencia a los moldes de hierro fundido y madera usados por los artesanos y artistas de Euljiro. Lo que comenzó con el atractivo visual de los carteles antiguos generó gran interés por el barrio y su gente, y mientras preparaban la exposición, a Baemin se le ocurrió la idea de su próxima fuente.
“Los viejos carteles, cuya pintura quedó descascarillada con el paso de los años, tenían un aspecto bastante elegante. Eso nos inspiró a crear otra fuente Euljiro que reflejara ese aspecto gastado, y la reacción de la gente fue bastante positiva”, explica Han. “Llegamos tan lejos con la nueva versión que las letras prácticamente se desvanecían. Seguimos perfeccionando los nuevos estilos, para que parecieran más naturales”.
La primera de esas fuentes, llamada “Baemin Euljiro, diez años después”, nació en 2020. Replicaba el aspecto de un cartel de diez años antes con letras gastadas por la exposición a los elementos. Y esta última, llamada “Baemin Euljiro OraeOrae” y lanzada al año siguiente, es tan tenue que las letras apenas se ven (“Orae orae” significa “durante mucho, mucho tiempo”).
Durante los tres años en que presentó la serie de fuentes Euljiro, Baemin evolucionó hasta convertirse en una empresa de identidad singular. Y aunque eso no afectó directamente a su rendimiento, la influencia cultural de las fuentes Euljiro en la vida cotidiana superó las expectativas. “Los creadores aspiran a una aceptación generalizada de su trabajo, y ver cómo los proyectos en los que contribuí se incorporaban a la cultura y eran aceptados por la gente fue realmente divertido. Me hace feliz”, remarca Han.
El proyecto tipográfico de Baemin comenzó por su fascinación con los carteles antiguos. La fuente Euljiro se convirtió en el catalizador para colaborar con el fotógrafo MJ Kim, quien tomó unas polaroid de los artesanos industriales de Euljiro, que en 2020 se exhibieron en Hey, Mr. Jumul. What, Mr. Mokhyeong? en el Centro Sejong.
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