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2020 SPRING

Dos enfoques teatrales de un sangriento levantamiento

Como adaptaciones de una novela sobre el Levantamiento Democrático de Gwangju, dos producciones teatrales en Corea y Polonia ofrecieron contrastadas representaciones de un sangriento movimiento que, décadas después, todavía genera dolor y polémica.

El levantamiento democrático de Gwangju y la masacre de activistas prodemocráticos en dicha localidad en mayo de 1980 marcó un hito decisivo en el desarrollo político de Corea. Hoy, “Gwangju” es sinónimo de la lucha popular contra el feroz gobierno de los regímenes militares de posguerra en el país, y el levantamiento continúa proyectando una larga sombra en la conciencia pública y colectiva del pueblo coreano.

Cuando decidimos producir una adaptación teatral de la novela de 2014 ¿The boy is coming? en Namsan Arts Center, la sensibilidad del proyecto era palpable. El libro (titulado en inglés: Human Acts) fue escrito por Han Kang, ganadora del Premio Internacional Man Booker 2016. Esboza un retrato desgarrador y cdor del desafortunado movimiento prodemocrático que se desarrolló en Gwangju y de sus secuelas. Nacida en Gwangju en 1970, Han recuerda el derramamiento de sangre de primera mano.

Mientras el centro de artes preparaba su adaptación, titulada “Fuga humana”, supimos que estaban preparando otra producción en Polonia. El director polaco Marcin Wierzchowski había leído la misma novela y, profundamente conmovido por ella, se había puesto en contacto con la autora para llevarla a escena.

Como la programación de las dos producciones se solapaba, acordamos llevar cada una de las obras al otro país. Pensamos que ambas naciones compartían un sentimiento común, derivado de pasados inquietantes a los que todavía nos enfrentamos: Corea el Levantamiento Democrático de Gwangju (entre otros) y Polonia el campo de concentración nazi en Auschwitz durante la Segunda Guerra Mundial. El equipo de producción coreano visitó Polonia en octubre de 2019, y en noviembre, los productores polacos devolvieron la visita a Corea.

Escena de la obra Human Fuga, estrenada en el Centro de Artes Namsan en Seúl en noviembre de 2019. En vez de reproducir la narrativa original de la novela The Boy is Coming de Han Kang, el lenguaje corporal, la música y la puesta en escena optaron por transmitir el dolor oculto de los personajes.
Fotografía de Lee Seung-hui; Cortesía de Namsan Arts Center.

Amplia trayectoria

Desde enero de 2019, la investigación y los ensayos de “Fuga humana” duraron 10 meses. Era un plazo inusual, considerando que las obras coreanas generalmente disponen de un periodo de preparación de tres meses antes de inaugurar. Ese breve lapso de tiempo fue el otorgado incluso cuando Namsan Arts Center organizó “Autopista nº 7”, que giraba en torno a los empleados de las fábricas semiconductores de Samsung afectados de leucemia, y también con “De Plutón”, en memoria del quinto aniversario del hundimiento del ferry Sewol en 2014, donde fallecieron cientos de estudiantes, ambos sobre temas relacionados con heridas emocionales que aún perduran.

Sentimos que solo reproducir la narrativa de la novela no rendiría un apropiado tributo a la importancia histórica del levantamiento ni del libro en sí. Así que evitamos la ruta convencional de explicar o representar la historia y ofrecer su narrativa a través del diálogo. En cambio, nos enfocamos en transmitir el dolor visceral y el dolor interno de los personajes recurriendo a la fisicalidad de los actores, y a sus moderados y vigorosos movimientos, como si fuera una danza.

La palabra italiana “Fuga” del título alude a una técnica compositiva musical caracterizada por la imitación o recurrencia de un solo tema. Por tanto, la obra fue estructurada para transmitir cómo el sufrimiento provocado por un solo evento se manifestaba repetidamente en varios personajes. Como tal, el diálogo podría parecer desconectado, pues las historias de diversos personajes llegan de modo fragmentado a través de sus recuerdos y testimonios. Pero esto también permite que la audiencia sienta y conecte con las crudas emociones de los personajes.

“Fuga humana” fue estrenada en Namsan Arts Center en noviembre de 2019. La obra, coproducida con Performance Group TUIDA, recibió los elogios de la crítica, y la Asociación Internacional de Críticos de Teatro de Corea la designó como una de las tres mejores propuestas teatrales del año. La asociación la aplaudió como “producción magistral que profundiza en una parte dolorosa y aún no resuelta de la historia coreana contemporánea, con un enfoque creativo mezcla de arte dramático, danza e instalaciones, que utiliza el cuerpo humano como medio”.

Carteles de Human Fuga (izquierda) dirigida por Bae Yo-sup y de la adaptación polaca titulada The Boy is Coming dirigida por Marcin Wierzchowski. El póster “Human Fuga” incluye una imagen a vista de pájaro de la fuente frente al edificio del gobierno provincial de Gwangju, en Jeolla del Sur. El póster “The Boy is Coming” presenta una imagen del Levantamiento Democrático de Gwangju de 1980 del fotoperiodista Kim Nyung-man.

Cortesía de Namsan Arts Center.

Enfoques contrastantes

Escena de la primera parte de The Boy is Coming estrenada en el Teatro Nacional Stary de Cracovia, Polonia, en octubre de 2019. Recrea los ataúdes de los manifestantes frente al edificio del Gobierno Provincial en Gwangju, después de que las tropas gubernamentales mataran a los activistas. A diferencia de Human Fuga, la obra polaca respeta fielmente el texto de la novela original.
Fotografía de Magda Hueckel; Cortesía del Teatro Nacional Stary.

La adaptación polaca, titulada The Boy is Coming, es una obra de teatro de cinco horas de duración: la primera parte se basa en la novela, mientras que la segunda se desarrolla en Polonia y cuenta la historia de dos familias. Presentada en el Teatro Nacional Stary en Cracovia, inaugurado en 1781, la obra retrató cada escena de la novela con meticuloso detalle, en ocho diferentes espacios del teatro.

Wierzchowski dijo que no estaba al tanto del levantamiento de Gwangju hasta tropezar con la novela, destacando que quería llamar la atención del público polaco sobre la violencia infligida por un estado. Deseaba transmitir el mensaje de que una tragedia de ese nivel no fue un evento histórico que se limitó a Corea en 1980, sino que podría ocurrir en cualquier momento, en cualquier lugar, ya fuera en Polonia o en cualquier otra parte del mundo. Por eso se comprometió a representar fielmente la narrativa de la novela coreana original, según afirmó.

Después de ver Fuga humana durante su visita a Seúl, Wierzchowski afirmó: “Me sorprendió su maravillosa y extraordinaria belleza”, y abrazó al director Bae Yo-sup. También se reunió con parte de la audiencia coreana después de la obra, para compartir con ellos la divertida anécdota de cómo descubrió la novela: el servicio de compras en línea de Amazon le presentó la novela. Entonces, pensó en ofrecer su perspectiva de The Boy is Coming, y el público mostró particular interés en la gran diferencia de enfoques direccionales adoptados por las dos compañías.

Explorando verdades ocultas

Pero el proceso de preparación de los equipos de producción coreano y polaco fue básicamente similar: ambos investigaron con materiales relevantes y visionaron vídeos y películas sobre incidentes comparables. Es probable que las dos adaptaciones difieran mucho por las particularidades en la dirección teatral general de cada país. El teatro coreano tiende a centrarse en los sentidos más que en la recreación, por tanto, la propuesta coreana decidió indagar en las emociones y los pensamientos de los personajes. Por el contrario, la obra polaca se centró en el Levantamiento de Gwangju como incidente, y en cómo transmitir su crueldad a la audiencia con mayor detalle.

Las entradas para todos los pases de Fuga humana – en cartel del 6 al 17 de noviembre de 2019- se agotaron y la producción recibió críticas muy favorables. Pero la respuesta de la audiencia fue mucho más gratificante: muchas personas dijeron que habían aprendido la verdad sobre Gwangju, mientras que los supervivientes de la tragedia expresaron su agradecimiento por mantener viva su historia.

Han pasado cuarenta años desde el levantamiento. Cuando en diciembre de 2019 se descubrieron restos humanos no identificados en el lugar donde se ubicaba la antigua prisión de Gwangju, un familiar de una de las víctimas desaparecidas dijo en una entrevista: “Bailaré si recuperan los restos de mi hijo. En serio. Solo entonces podré soltar mi pena”.

Las víctimas y sus familiares han quedado atrapadas en ese momento y en ese lugar, continúan reviviendo el horror. Y, sin embargo, tropiezan con la hostilidad de ciertos rincones de la sociedad que desacreditan su causa y sus sacrificios. Gwangju continúa siendo un trauma para muchos coreanos y esconde verdades ocultas aún por descubrir.

En mayo de este año, cuando se cumple el 40 aniversario del movimiento prodemocrático, Fuga humana y The Boy is Coming se interpretarán en el Namsan Arts Center de Seúl y en el Centro Cultural Ciudadano Bitgoeul, en Gwangju. Posteriormente, en noviembre, Fuga humana viajará a Polonia. Creo que ambas producciones teatrales, basadas en una misma novela, continuarán logrando un significativo impacto y resonarán entre audiencias más amplias en ambos países.

La propuesta coreana decidió indagar en las emociones y los pensamientos de los personajes. Por el contrario, la obra polaca se centró en el Levantamiento de Gwangju como incidente, y en cómo transmitir su crueldad a la audiencia con mayor detalle.

La segunda parte de “The Boy is Coming” cuenta la historia de las familias polacas que viven con miedo tras una masacre ciudadana por parte del gobierno.
Fotografía de Magda Hueckel; Cortesía del Teatro Nacional Stary.

Song Seo-yeonProductor, Namsan Arts Center

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